la música empieza donde se acaba el lenguaje”, dijo el compositor alemán Ernst Hoffmann. El carismático Leonard Bernstein afirmó, por su parte, que la música “puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”. Sin duda, la música es un lenguaje universal y profundamente evocador que despierta sensaciones, percepciones, emociones y, por supuesto, recuerdos. Y sin ser una cura, sí puede tratar síntomas de males tan duros y difíciles de abordar como el alzhéimer o distintos tipos de demencias. Con este convencimiento ha puesto en marcha Raúl Madinabeitia el proyecto La música de tu historia en la Clínica Psicogeriátrica Josefina Arregui de Alsasua, un centro dedicado a la atención a personas con demencia en el que desde enero se están llevando talleres de canto, improvisación y pintura y movimiento con un propósito principal: posibilitar la acción colectiva y creativa de las personas no como individuos, sino como parte de una comunidad que las integra -familiares, cuidadores, amigos, vecinos, etcétera-, y las arropa. Y es que esta es una propuesta de arte comunitario con varias áreas de actividad que culminarán el 1 de junio en el Teatro Gayarre con un espectáculo interdisciplinar dirigido por Jesús Arbués en el que el objetivo será la dignificación de los pacientes, o, lo que es lo mismo, “demostrar que cualquier persona que sube a un escenario es capaz de hacer arte si es conducida por profesionales”.

Así lo explicó ayer Raúl Madinabeitia durante la presentación de este proyecto que cuenta con el respaldo económico del programa Innova Cultural de la Fundación la Caixa y Fundación Caja Navarra. “Las últimas investigaciones indican que la música se almacena en una región del cerebro que podría no verse tan afectada por las enfermedades neurodegenerativas”, señaló el promotor cultural, que subrayó que no existe en todo el Estado un proyecto de estas características, desarrollado por profesionales de la música y de las artes escénicas. Y aún más, ya que la iniciativa usa métodos pedagógicos propios de la música, tales como Dalcroze, Kodaly, Orff o Willems, en los distintos talleres; sin olvidar el Soundpainting, que nunca hasta ahora se había empleado con personas enfermas. “El proyecto es innovador como lo es también la línea de trabajo de la Clínica Josefina Arregui”, fundada en 1993 por Felipe Lecea, marido de Josefina, en colaboración con personas como el psiquiatra Vicente Madoz, con la intención de tratar esta clase de dolencias en Sakana.

recogida de datos En representación de la clínica asistieron ayer a la presentación el presidente de la Fundación Felipe Lecea, Joseba Arregui; su vicepresidente, el citado Vicente Madoz, y la directora médica del centro, Bárbara Pérez. Esta agradeció a Madinabeitia que les haya elegido para poner en práctica esta intervención que es “única en toda España”. “La música estimula muchas áreas cerebrales, incluso las más profundas”, en las que se encuentran las funciones de la memoria, el movimiento, la percepción, la emoción, y lo que es más importante, “permite interconectarlas todas”. Es relevante sobre todo para “la prevención de las alteraciones conductuales” propias de las enfermedades neurodegenerativas, y, además, supone una actividad “democrática”, por cuanto en los talleres “no hay personas con demencia o no, solo personas compartiendo una actividad, comunicándose, estableciendo relaciones y expresando emociones”. Y es que el aspecto de dignificación de los participantes “fue lo que más nos convenció de la propuesta de Raúl”, agregó Pérez, que contó también que se intentará generar una serie de datos de esta experiencia para “conocer su impacto y quizá poder replicarla en otros lugares”.

En estos momentos, están participando en los talleres pacientes del centro de día, de la unidad de recuperación ambulatoria, de la unidad de psicoestimulación ambulatoria y dos personas hospitalizadas de manera permanente que se han incorporado cuando el proyecto ya estaba rodado “en una fase más estable. Y cuando veáis el espectáculo final en el Gayarre os vais a emocionar profundamente”, terminó la geriatra.

el mejor lenguaje identitario La directora pedagógica de La música de tu historia, Arantza Lorenzo de Reizabal, detalló el modo en que se han implementado métodos propios de la enseñanza musical en los tres talleres que se llevarán a cabo en la clínica alsasuarra entre enero y mayo. Por un lado, está el taller de canto y coro, en el que se estimula la memoria y se favorece la contextualización de la identidad personal mediante el uso de la música patrimonial; es decir, “es un trabajo casi etnomusicológico, biográfico, porque queremos recuperar las canciones y las vivencias personales de los pacientes y devolverles su realidad”. En este caso se emplean métodos como el Kodály, que se apoya en la fononimia, es decir, en realizar gestos con la mano para indicar la altura del sonido, y el Orff, que parte del ritmo del lenguaje hablado. Este último también está presente en el taller de improvisación y movimiento, al igual que el Dalcroze, que trabaja el ritmo a partir de la expresión corporal, y el innovador Soundpainting, un lenguaje de signos para la composición musical en tiempo real. En tercer lugar, hay sesiones de coro, pintura y movimiento, donde se busca la expresión a través de las artes plásticas y la música. En todos los talleres se emplea el método Willems de manera transversal, ya que considera la música como parte integrante del ser humano, de su físico, de su lado afectivo y de su psique. El objetivo último de estos tres talleres es “dejar espacio para que las personas se expresen como son”, y “el mejor lenguaje para esa expresión personal, identitaria y emocional es, sin duda, la música”, que sirve para activar procesos cognitivos, potenciar la estimulación auditiva, motriz y de la memoria y favorecer la expresión individual y la creación colectiva.

espectáculo y documental Toda la experiencia acumulada durante estos meses se volcará en un espectáculo profesional que se pondrá en escena el 1 de junio en el Teatro Gayarre y que dirigirá Jesús Arbués, que empleará una “dramaturgia cohesiva” para integrar todos los elementos, es decir, los participantes en los talleres, los músicos profesionales, las actrices y recursos como el videomapping. “Mi trabajo va a ser ponerlo todo en escena, de manera cada uno conserve su originalidad, pero juntos generen un nuevo contexto. El público no verá una obra con una narración al uso, sino muchas historias integradas” en una propuesta artística única.

Por su parte, Fernando Vera está grabando el proceso de trabajo con la intención de crear un documental que retrate la memoria de los participantes. “Soy un observador privilegiado, estoy acercándome con el máximo respeto y sensibilidad con la intención de recoger los testimonios y de ofrecer mi visión personal sobre lo que está pasando”.

El proyecto. La música de tu historia.

Creación y dirección. Raúl Madinabeitia.

Dirección pedagógica. Arantza Lorenzo de Reizabal.

Lugar de realización. Clínica Psicogeriátrica Josefina Arregui, en Alsasua.

Preparación. Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2018 se llevó a cabo la elaboración de los contenidos y el conocimiento de los participantes en los talleres y en el espectáculo.

Talleres. De enero a mayo. A cargo de Begoña Almirantearena, Sara Armendariz y Maite Zubillaga.

Trabajador social. Odei Aldaz.

Comunicación. Begoña Aos.

Euskera y traducciones. Garazi Aldaz.

Fecha y lugar. 1 de junio, Teatro Gayarre. Las entradas ya están a la venta.

Dirección y dramaturgia. Jesús Arbués (Viridiana Producciones).

Elenco. Leire Ruiz e Isabel Zabalza (actrices), Iñaki Fresán (barítono), Adela Martín (pianista).

‘Mapping’. Viridiana Producciones.

Vídeo, grabación y edición. Unai Madinabeitia Barbería.

67%

Este proyecto también quiere poner en valor y empoderar a la figura de la cuidadora, así, en femenino, porque, a día de hoy, el 67% de las personas que atienden a enfermos de alzhéimer son mujeres. Además, esta es una enfermedad que afecta más a mujeres que a hombres (7 de cada 10 diagnosticados).