Pamplona - La navarra Julia Juániz presenta en la Ciudad del Arte Museo de Zapadores de Madrid, en un proyecto vinculado a la feria ARCO, la muestra Asalto al poder, en la que arremete contra los principales poderes fácticos actuales. Para ello presenta una serie de abrigos colgados sobre perchas situados entre columnas con eslóganes como no corrupción, no hambre o sí educación.

Según explica la propia Julia Juániz, “esta exposición es una especie de llamada de atención y de crítica a todos esos poderes económicos y judiciales, a todos los niveles de lo que estamos viviendo. Es como un intento de intentar protestar y luchar para vivir algo mejor todos y todas. Creo que se podría intentar cambiar algo, no sé el qué ni cómo, esa es la verdad, pero al menos intentarlo, porque me parece que vamos a peor”. Una crítica que no va dirigida a la sociedad por no movilizarse sin que apunta directamente a los “poderes económicos, políticos y judiciales. La sociedad debiera movilizarse y hacer otras cosas, pero la exposición no va dirigida hacia ella sino hacia los poderes, a los más fuertes”.

El arte es una de las mejores vías para que la sociedad sea consciente de la necesidad de este asalto al poder y de la situación real que está viviendo pero, aunque siendo un aventura casi utópica, “dentro del mundo del arte lo que podemos hacer son llamadas de atención; por lo menos, como artista tienes que darte cuenta de lo que pasa en el mundo. ¿Qué podemos hacer? No lo sé, pero sí podemos dar esas llamadas de atención para que la gente piense un poco más. Mis obras, en general, son muy sutiles, no son muy drásticas en el sentido de llamar la atención pero sí que la gente cuando las ve se queda pensando después, y eso es lo importante”.

Quizá no sean muy drásticas pero sí son claras y meridianas, ya que presentan unos abrigos colgados marcados por eslóganes que dan a entender que alguien nos está pisando. “Sí, eso y el juego de ajedrez que está debajo. Luego, el abrigo en el que figura el título está sobre una caja en la que se ha colocado un zapato dando a entender exactamente eso, que nos están pisando siempre. Esa sería la crítica, porque además el zapato está atado con lana roja evidenciando que nos tenemos que soltar de ese poder. Es que a mí me parece que hoy en día los políticos están fuera de la sociedad y el sistema judicial no funciona, tiene muchos fallos. Si tenemos que llegar siempre a Estrasburgo para que digan esto no es así significa que algo está fallando... y no hablo solo de lo económico”.

Lo triste, o lo bueno, es que el arte es el que tiene que denunciar todo esto y no los propios políticos insertos en un sistema defectuoso o incluso la propia sociedad. “Creo que dentro del mundo artístico hay gente que no se dedica a la crítica, pero, para mí, como artista, si tienes la oportunidad de decirlo, debes hacerlo. Es algo que va conmigo, no me lo puedo callar, sobre todo, como digo, viendo cómo podríamos vivir de una manera mejor, todas y todos, y no sucede así. Para mí está clarísimo... Cada vez estamos viviendo peor, no hay trabajo, la gente joven tiene que emigrar... es que ves todo eso y no te puedes callar. Porque, además, siempre confías en que haciendo crítica siempre va a pasar algo. Quizá si todos hiciéramos lo mismo, poco a poco, podríamos cambiar las cosas. Las mujeres no hemos tenido el derecho al voto pero ahora sí lo tenemos, aunque todavía tengamos otras muchas cosas que no. Y eso es porque hubo gente que luchó. Y eso se consigue poniendo puntos de arena. Es decir, si yo pudiera, haría una obra inmensa en la Plaza del Castillo; pero ahora me dejan este espacio, y lo hago aquí”. En cualquier caso, lo que se propone es un Asalto al poder, “mis títulos son muy rotundos y eso es lo que se propone, no sé cuándo lo haremos pero habrá que hacerlo para que la gente, que no pide mucho, tenga condiciones normales para vivir. Educación para todos, que no haya hambre, no guerras, que los emigrantes puedan venir si quieren... y esas son las frases que están reflejadas en las columnas”. Columnas que están divididas entre el sí y el no, es decir, “unas son las citadas de no guerra, no hambre, y en las del sí la libertad, la justicia o el trabajo”.