londres - El cantante de The Prodigy, Keith Flint, murió ayer a los 49 años. Su cuerpo sin vida fue encontrado en su casa de la localidad inglesa de Dumnow (Essex). Según informaron algunos medios desde primera hora, la Policía no estaba tratando la muerte como sospechosa. Y su compañero en la banda James Howlett afirmó en un post en Instagram: “La noticia es cierta. No puedo creer que esté diciendo esto, pero nuestro hermano Kith se quitó la vida durante el fin de semana. Estoy en shock, jodidamente enfadado, confuso y con el corazón roto”.

“Recibimos una llamada preocupada por el bienestar de un hombre en una dirección en Brook Hill a las 8.10 de la mañana”, relató un portavoz de la Policía. “Al llegar, un hombre de 49 años fue declarado muerto en el lugar. Sus familiares han sido informados”, añadió. Los miembros de The Prodigy Liam Howlett y Maxim Reality confirmaron la muerte en las redes sociales. “Con el más profundo shock y tristeza confirmamos la muerte de nuestro hermano y mejor amigo. Un auténtico pionero, innovador y leyenda. Será añorado por siempre. Os damos las gracias por respetar la privacidad de todos los afectados en este momento”, dijo el grupo en un breve comunicado en Facebook.

trayectoria Tatuajes, crestas de colores, piercings y estrafalarios atuendos eran la carta de presentación de Keith Flint, que empezó en la música de la mano de Howlett, en 1989, llegando a vender juntos treinta millones de discos. Aquel encuentro fue el germen de The Prodigy, donde durante los primeros seis años Flint, nacido al este de Londres en 1969, actuaba solo como bailarín. Con el vocalista y rapero Maxim como tercera pata de la agrupación, 1996 supuso un antes y un después para una banda que hasta ese momento se había desenvuelto en la marginalidad. Y fue gracias a la letra y voz de Flint con el single Firestarter. Después llegó Breathe, otro de sus temas icónicos. En una entrevista en The Guardian en 2015, Flint lamentaba que en la música actual nadie se atrevía a ser “peligroso”. - Agencias