matadero, serie recién finalizada en Atresmedia, ha supuesto un éxito de reconocimiento por los fieles seguidores de series, que han encontrado en este título una sabia mezcla de amor, humor, sexo, intriga y crímenes a tutiplén, en un ejercicio televisivo que será recordado durante mucho tiempo. En la noche del desenlace de la intriga, tejida como una matrioska de contenidos y situaciones, el guion avanza en búsqueda de la clave de lo que ocurre con intriga, sorpresas y variaciones de trama que convirtió la emisión en un excelente ejercicio de suspense, emoción y tensión argumental, todo ello aderezado con reguero de muertos, que amenazaba con liquidar la totalidad del elenco de actores.

Momentos estelares en la noche de despedida, como cuando la mujer de Pepe Viyuela confiesa a su chungo marido que se ha acostado con su jefe, o la ruptura de la boda de la joven guardia civil, profesional intensa que acaba descubriendo la clave de los vericuetos que relacionaban cerdos, drogas, sicarios, mafias, y sangre, mucha sangre hasta las tantas de la madrugada. Situaciones sorprendentes, giros de historia, sorpresas combinadas con profesionalidad por quienes formaban excelente reparto.

Ristra de mentiras que alimentaban las atormentadas vidas de personajes atrapados en una maquinación que terminará mal. Al final todo encaja y los crímenes y trapicheos acaban por esclarecerse, rematando la serie con la inquietante visita al matadero de los jefes de la mafia que promete una interesante segunda parte, si la hubiese en un futuro próximo. Toques de humor, situaciones irónicas, momentazos televisivos en una serie que deja huella, y que se cierra con la canción de Julio Iglesias Abrázame como culmen del amor de la viuda y el sicario arrepentido. No hay un protagonista central, hay un coro de personajes bailando al son de la vida, la muerte y el destino.