PAMPLONA. El escritor y profesor Tomás Yerro ha recibido con "ilusión" y "satisfacción" la comunicación de la concesión del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2019 por lo que supone de "reconocimiento y afecto" por parte de quienes han propuesto y respaldado su candidatura.

"Lo recibo con ilusión, contento, puesto que este tipo de reconocimientos no es algo que uno busque", ha manifestado en declaraciones a Efe el escritor que ha recordado que la suya es una candidatura que el año pasado cursó la Asociación Navarra de Escritores y este año volvió a hacerlo.

En ninguno de los dos casos se le consultó previamente su conformidad, ha indicado, por lo que lo entendió "el año pasado y también este como gesto de reconocimiento y sobre todo de afecto", por lo que está "muy agradecido" a este grupo de escritores, a los que ha acompañado, a los que ha seguido y con los que mantiene una relación estupenda.

Además ha apuntado que el hecho de que el Premio sea otorgado por el Gobierno de Navarra a propuesta del Consejo Navarro de Cultura le produce una "estupenda satisfacción", después de haber dedicado probablemente los mejores años de su vida al trabajo en Navarra y dentro del propio Gobierno, en el departamento de Educación y después ocho años en el de Cultura.

El jurado, al proponer su candidatura al Gobierno para la concesión del premio, ha tenido en cuenta su aportación a las letras navarras como docente, investigador y divulgador.

Una trayectoria, a lo largo de la que, según ha comentado, ha realizado una tarea, "a veces en silencio, otras de manera un poquito más elevada de tono", pero siempre tratando de encontrar la "esencia de la cultura", los valores que desarrollar en cada persona, "la cultura como elemento de cohesión social".

En lo que se refiere al ámbito educativo, como profesor de Lengua y Literatura si dedicación y vocación permanente ha tenido como eje la consideración de que "el dominio de la palabra nos hace a las personas mucho más ricas, más dueñas de nosotros mismos, nos dota de un notable sentido crítico".

En cuanto a la literatura, ha asegurado que "sin duda alguna", nos permite "conocernos mejor, conocer a los demás" y en su caso su pasión por la escritura y la lectura y esta última en concreto ha favorecido "un desarrollo de una mayor comprensión del otro, de sensibilidad y de solidaridad".

En esa línea se enmarcan actividades que venía realizando desde joven y que en los últimos años han estado relacionadas con entidades dedicadas a atender a las personas más marginadas y vulnerables, entre otras la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología.

En esta edición optaban al galardón además la banda de música La Pamplonesa, la profesora y académica Sagrario Alemán, el historiador e investigador Fernando Hualde, los cineastas Raúl de la Fuente y Amaia Remírez y Fundación Atena y todas ellas, según la consejera, eran "merecedoras" de este premio que se entregará el 4 de mayo en Viana, coincidiendo con el 800 aniversario de la fundación de la ciudad.

"En la figura de Tomás han ganado las letras navarras", ha aseverado sin poder disimular su emoción, Fátima Frutos, una emoción que ha compartido con el propio galardonado, con quien ha llorado a la hora de comunicarle el premio.

"Hemos llorado juntos", ha añadido, para comentar a continuación que ha sido una conversación de dos amigos al teléfono, que se conocen desde hace muchos años, con situaciones de salud comprometidas y que comparten la alegría por un galardón.

Una alegría compartida entre él y todas las personas que hacen literatura en Navarra, según Frutos, quien ha asegurado que están encantados con el reconocimiento a la candidatura de Tomás Yerro que "parte de abajo a arriba", lo que ha generado máxima alegría en numerosas entidades y asociaciones de ámbitos culturales y sociales.

Tras reconocer que "el resto eran candidaturas muy potentes", ha remarcado que esta vez las letras navarras están de "enhorabuena", puesto que "el colectivo de escritores no siempre tenido en nuestra tierra reconocimiento y ahora ha tocado", polo que ha asegurado que están "enormemente agradecidos".

De la trayectoria de Yerro ha destacado su "importantísima vertiente social", en alusión a su esfuerzo por "hacer llegar la literatura y la cultura a sectores sociales con más dificultades. El lo ha hecho posible con su trayectoria vital y su compromiso personal", según Frutos, que ha añadido que es "una persona que ha hecho de la docencia la investigación y la promoción de la cultura su modus vivendi".

Tomás Yerro Villanueva (Lerín, 1950) es licenciado en Filología Románica por la Universidad de Navarra, ha sido catedrático de Bachillerato de Lengua y Literatura Españolas y profesor de la Universidad de Navarra, de la Universidad Pública de Navarra, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y de la Universidad para Mayores Francisco Induráin.

Columnista habitual en la prensa navarra, ha publicado en diversas revistas, fue el fundador y primer director de Ítaca, participó en la creación del Ateneo Navarro/Nafar Ateneoa y es miembro del patronato de la Fundación Amado Alonso. Fue director del Servicio de Acción Cultural entre 1991 y 1995 y director general de Cultura entre 1995 y 1999.

Entre otras obras, es autor de Aspectos técnicos y estructurales de la novela española actual (1977), "Río Arga", revista poética navarra: estudio y antología (con Charo Fuentes, 1988), Escritores navarros actuales: antología (coord. 1990), Narrativa española actual 1993-1997 (1998), Por la senda del Quijote (coord. 2005), Amado Alonso: el español de las dos orillas (coord. 2014).

Los premiados hasta la fecha han sido:

1990: José Goñi Gaztambide (historiador)

1991: Eugenio Asensio Barbarin (filólogo)

1992: Orfeón Pamplonés

1993: Rafael Moneo (arquitecto)

1994: Francisco Ynduráin (filólogo)

1995: Julio Caro Baroja (historiador)

1996: Pablo Antoñana Chasco (escritor)

1997: Pedro Miguel Echenique (físico)

1998: Montxo Armendáriz (cineasta)

1999: Álvaro d'Ors (jurista)

2000: Concepción García Gaínza (historiadora)

2001: Miguel Sánchez-Ostiz (escritor)

2002: María Bayo (soprano)

2003: Juan José Aquerreta Maestu (pintor)

2004: Fernando Redón (arquitecto)

2005: Javier Manterola Armisén (ingeniero civil)

2006: Javier Tejada Palacios (físico)

2007: Pedro Iturralde Ochoa (músico de jazz)

2008: Alfredo Landa Areta (actor)

2009: Agustín González Acilu (musico y compositor)

2010: Jürgen Untermann (lingüista, filólogo y epigrafista)

2011: Faustino Menéndez Pidal de Navascués (heraldista)

2012: Antonio López García (pintor)

2013: Daniel Innerarity Grau (filósofo)

2014: Tarsicio de Azcona (historiador)

2015: Ramón Andrés (escritor y musicólogo)

2016: Ignacio Aranguren (dramaturgo y director de teatro)

2017: José Lainez y Concha Martínez (coreógrafos y bailarines)

2018: La Coral de Cámara de Pamplona