madrid - Entre el musical, el romance juvenil y la crónica histórica, la próxima semana llega a los cines Leto, un filme sobre los pioneros del rock ruso que reconstruye la escena underground de Leningrado de mediados de los años 80 durante el último verano antes de la perestroika.

La película es un canto a la libertad creativa que cobró un doble significado a raíz de la detención de su director, Kiril Serebrennikov, en pleno proceso de producción del filme, en agosto de 2017. Serebrennikov, que no pudo asistir al estreno en el Festival de Cannes, ha permanecido casi dos años en arresto domiciliario hasta que fue liberado hace poco más de una semana. Le acusan de malversación de fondos públicos, aunque el mundo artístico, en Rusia y fuera, ha denunciado una persecución por razones políticas. El propio director, que sigue sin poder salir del país, dice en las notas de producción del filme sentirse identificado con sus protagonistas, en su tarea de responsable del teatro de vanguardia Gogol Center de Moscú. “Estamos insuflando vida a una cultura que es inaceptable para los poderes, para las directrices culturales de nuestro gobierno, exactamente de la misma manera que cuando Leningrado en 1983 no era ni el tiempo ni el lugar para la cultura rock en la Unión Soviética”, afirma.

David Bowie, Bob Dylan, Lou Reed, Sex Pistols o T-Rex eran los referentes de aquellos jóvenes, prohibidos por sus mayores por sus resonancias occidentales, tal y como recoge el filme, que también muestra cómo lidiaban con la censura y con la vigilancia en los conciertos. Leto se inspira en dos músicos reales rusos. Mike Naumenko (1955-1991), miembro de la banda Aquarium y fundador de la exitosa Zoopark, quien a menudo se limitaba a traducir o versionar los hits de sus ídolos, en una época en la que la propiedad intelectual no era tenida en cuenta en ese país. Y Víktor Tsoi (1962-1990), cofundador de Kino, considerada una de las bandas más influyentes de la música rusa. Tsoi estaba en la cima de la fama cuando murió en un accidente de coche. Su fallecimiento fue una tragedia nacional en aquella decisiva etapa en la que Mijail Gorbachov impulsaba los cambios que terminaron con la desintegración de la URSS. Su canción Peremeni (Cambios) fue todo un himno de la época.

Tras su paso por la sección oficial de Cannes y por el Festival de San Sebastián, Leto llegará a los cines de todo el Estado el próximo 26 de abril. - Magdalena Tsanis