pamplona - Julián un profesor con mucha vocación, pero sin experiencia afronta el reto de ser el tutor de un grupo de 6º curso de Primaria por primera vez. Y lo hace en un pueblo que no es el suyo y al que se traslada a vivir. Cuando descubre que Carlos, uno de los alumnos, tiene cáncer, se desvive para que vuelva a la escuela, pero sufre un gran revés cuando descubre que el estudiante de 11 años acosaba a varios compañeros antes de caer enfermo y que la mayoría no desea que regrese. Entonces, el maestro inventa una manera de reunificar el grupo a través de una propuesta educativa muy poco ortodoxa, la creación de un videojuego, enfrentándose a sus compañeros, a las familias de los alumnos y a sus propios miedos. Esta es la sinopsis de Uno para todos, el segundo largometraje del realizador pamplonés David Ilundain, que comenzará a rodar en julio en Cataluña para trasladarse a Navarra a principios de agosto, concretamente a la zona de Tudela y alrededores. La película también se filmará en Aragón.

David Verdaguer (Gerona, 1983), actor catalán conocido por papeles en 10.000 kilómetros, Verano 1993, por la que obtuvo un Goya en 2017, o la actualmente en cartelera Lo dejo cuando quiera, y de series como Nit i día o La embajada, dará vida al protagonista de esta historia. Una historia muy diferente a la que supuso el debut de David Ilundain (Pamplona, 1975). Su ópera prima fue B (la película) y giró en torno a la declaración que Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, realizó ante el juez Pablo Ruz el 15 de julio de 2013. Un drama judicial cercano al documental que interpretaron Pedro Casablanc y Manolo Solo y que llevó al realizador navarro a ser nominado a un Premio Goya al mejor guión adaptado y a los protagonistas a aspirar al premio en la categoría de mejor actuación masculina principal y de reparto, respectivamente. En este caso, el cambio de tercio es más que notable. “Siempre gusta poner etiquetas y supongo que había gente que esperaba que siguiera haciendo cine político, que no lo descarto, pero en este caso me apetecía apostar por esta historia”, señala Ilundain. Además, “es bueno que ambas películas no tengan nada que ver, sobre todo porque te obliga a empezar totalmente de cero y a plantearte la aventura al cien por cien; es lo bueno y lo que da miedo a la vez, porque no tienes un lugar previo en el que apoyarte”, añade. Salir de las cloacas de la corrupción política que aparecían reflejadas de una manera tan evidente en su primer filme era también “una necesidad” para el director. “B mostraba lo mal que podemos hacer las cosas en esta sociedad y con Uno para todos vamos a otro lugar, donde también hay problemas, pero en el que se ve que podemos hacer las cosas bien”, comenta.

producción convencional Ilundain también se inspiró en una historia real para escribir el guión junto con Coral Cruz, entre otros. “Leí una noticia sobre un profesor que regresaba a su pueblo a dar clase y tras encontrarse con que faltaba un niño en el aula a causa de una enfermedad, propuso al grupo que hiciera toda una clase de trabajos para integrar al ausente en el curso”, indica. La historia final ha cambiado bastante respecto a la original, sobre todo porque en este caso el maestro es un forastero en una población rural, con la carga de significado que eso tiene, pero la esencia sigue ahí.

La producción del largometraje corre a cargo de Bolo Audiovisual, con sede en Pamplona, así como de las catalanas Inicia Films y Fasten Films. Sin duda, en esto también se trata de un proyecto muy diferente a B. “En lugar de ser una peli guerrillera sacada adelante a base de empeño y de mucha gente que se rascó el bolsillo -a través del crowdfunding-, esta tiene una producción más convencional, dentro de los cánones industriales más normales”, cuenta. La propuesta recibió ayudas al desarrollo en Navarra (10.000 euros en 2017) y en Cataluña, y a finales de 2018 el ICAA le concedió 425.000 euros. Asimismo, se han sumado TVE y Movistar. “Está siendo una experiencia diferente, ya no me tengo que pelear tanto por la parte de la financiación y me puedo centrar en lo mío”, dice Ilundain, que admite que en el equipo “ya andamos como pollo sin cabeza”, solucionando los flecos que quedan para poder empezar a rodar en julio en Barcelona, donde el director reside actualmente. Entre esos flecos, el casting de los niños de entre 11 y 13 años que están buscando. Es posible que se haga alguna prueba en Tudela, aunque está por confirmar.