cannes - A sus 79 años, el italiano Marco Bellocchio demostró ayer en Cannes que la veteranía es más que un grado con Il Traditore, un sólido filme que lanza una mirada diferente a la mafia con la historia del primer arrepentido de la Cosa Nostra, interpretado con brillantez por Pierfrancesco Favino.

“Hemos visto grandes obras maestras sobre la mafia, como El padrino, y también filmes italianos, pero el riesgo era querer hacer algo diferente”, dijo el realizador en Cannes, donde el filme compite por la Palma de Oro. Asumido el riesgo, Bellocchio trabajó “con mucha libertad (...) para seguir nuestra propia vía, sin tener miedo de no hacer o hacer algo que ya estaba hecho”. Il Traditore cuenta la historia de Tomasso Buscetta, el primer arrepentido de la mafia, cuyo testimonio ante el juez Giovanni Falcone, tras se extraditado desde Brasil, permitió la celebración del conocido como Maxiproceso de Palermo, con más de 1.400 imputados. El juicio, con un fallo posteriormente reiterado por el Supremio italiano, se saldó con 342 condenas con un total de 2.665 años de cárcel y 19 cadenas perpetuas, entre ellos las de Luciano Liggio, Bernardo Provenzano y Salvatore Riina.

El surrealismo del juicio, con los acusados fingiendo ataques e insultándose en una sala gigante que parecía un circo, está contado con detalle en una película que se centra en Buscetta y en las razones que le llevaron a traicionar a la que había sido su familia durante más de cuarenta años. Buscetta “es una traidor respecto a Cosa Nostra, respecto a la tradición, a la familia”, explicó Bellocchio, que resaltó lo dolorosa de su elección porque suponía “rechazar un cierto tipo de mafia, en la que él había crecido”. “Es un hombre valiente que quiere salvar su vida, la de su familia y en cierto modo es un conservador por su nostalgia de una mafia que lo ha criado; pero no forma parte de los traidores revolucionarios, los que traicionando el propio pasado quieren cambiar el mundo”, precisó el realizador. Matices que refleja con exactitud una película que Ludovica Rampoldi, Valia Santella y Francesco Piccolo tardaron dos años en escribir porque había que hacer muchas investigaciones para ser precisos respecto a la historia real. Buscetta es un personaje real, que construyó un mito, con una imagen un poco oscura, y cuya representación en el filme se basa en los recuerdos de todos pero también en conversaciones con personas que le conocieron.

“Se construyó un personaje, así que buscamos lo que él no quería que supiéramos sobre él”, explicó Favino, que reconoció que las múltiples facetas de Buscetta, su lenguaje particular -“no era siciliano, ni italiano, ni brasileño”-, su vanidad frente a la justicia, lo hacen “fascinante” de interpretar. “Le identifico con personajes diferentes, que han marcado época, desde Julio Iglesias a Maradona. Comparto con él un cierto sentido de familia, un idealismo...él era romántico yo también, él era leal y yo también”. Junto a Favino, la brasileña Maria Fernanda Cândido como Cristina, tercera mujer de Buscetta.

Por su parte, el provocador Abdellatif Kechiche compitió con Mektoub, My Love: Intermezzo, que dejó al público vacío. Las tres horas y media del filme son una sucesión de planos de culos de chicas jóvenes y un explícito cunnilingus de 20 minutos.

hoy, el palmarés El jurado del Festival de Cannes anunciará hoy su palmarés. Como favoritas suenan ya Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar; Parásito, del surcoreano Bong Joon-ho, y la cinta que exhibió ayer Marco Bellocchio.