madrid - Niño de Elche, flamante autor del aún sorprendente Voces del extremo (2015), insiste en su aproximación de confines musicales en un nuevo disco de estudio, Colombiana, en origen un álbum de “cantes de ida y vuelta, aunque con resultados inesperados. “Este es el disco con mayor porcentaje de abismo al que me he enfrentado”, ratifica en una charla el artista, nacido Francisco Contreras (Elche, 1985) y conocido por convulsionar el mundo del flamenco con sus anteriores entregas discográficas.

En esta aventura necesitaba a la persona que lo ayudara “a superar el prejuicio de lo latino en Europa”, cuenta, y lo descubrió en el Festival Periferias de Huesca: el músico colombiano Eblis Álvarez, miembro de Meridian Brothers, banda que apuesta por incorporar sonidos rechinantes de guitarra eléctrica sintetizada y de computadores varios, letras estrafalarias y rítmicas descolocadas. “Nuestro cometido no era tanto hacer una fusión, que lo que hace es quitar las impurezas para encontrar solo los puntos en común más desarraigados. Nuestra forma de entenderlo fue más por contraposición, como terapia de choque”, explica. Entre los puntos de contacto que les ayudaron a llevar adelante el trabajo de canciones “cortas y rítmico”, Contreras destaca una misma “actitud ante el compás”, inspiradas por “grabaciones de los años 20 y 30 muy imperfectas” que encontraron en vinilos viejos en Colombia. “Es una forma de entender el ritmo no tan anclado en la claqueta, ritmos que hoy parecen cojos y que no se pueden bailar. Eso lo tiene el flamenco y también la música latina”, señala tras un mes de grabación al otro lado del Atlántico.

El diálogo entre una y otra orilla también convergió “en unas letras o letrillas que cuentan historias, jocosas y con temáticas desvergonzadas” en muchos casos. - Efe