pamplona - Da vida en Lo nunca visto a Teresa, una mujer decidida y fuerte pero con cicatrices bajo la piel. Parece un papel hecho a medida, viendo sus trabajos anteriores...

-Marina lo escribió pensando en mí porque nosotras hemos trabajado en otras ocasiones juntas. Es un personaje magnífico que nada tiene que ver conmigo pero con el que empatizó y al que entiendo y aplaudo.

Se trata de un personaje que se va haciendo fuerte conforme avanza la película, tanto de cara al pueblo como en su vida personal.

-Es que la directora ha dado voz a la mujer en este momento complicado de la vida, a partir de los 50 años, donde parece que hay una nube negra que te martiriza y que sientes que ya no vales para nada, cosa que es mentira. Y Marina ha reflejado muy bien esa capacidad de seguir para delante, de empezar una nueva etapa de la vida aplastando a sus demonios y queriendo coger el mando de su vida a todos los niveles, con el convencimiento de que ella es capaz de hacer todo lo que quiere hacer.

¿Considera que las mujeres mayores de 50 años están desvalorizadas? ¿Es importante reivindicar su papel?

-Bueno, yo creo que a veces se habla demasiado sobre este tema. Los mejores personajes que yo he hecho han sido a partir de los 40 años. Sí que tiene una presencia la mujer mayor de 50 años en el cine y el teatro. Claro que la tiene. Y no necesariamente tienen que escribir estos papeles las mujeres; hay hombres que escriben muy bien para mujeres. Pero sí que es cierto que a partir de los 50 años sobre una mujer escribe mejor otra mujer, porque hay una serie de connotaciones que están ahí soterradas que probablemente las comprenda más otra mujer. Pero creo que cada vez se tiene más claro que la mujer que tiene otra capacidad de gritar y de decir “basta”, hay mucha movilización en este sentido y está muy apoyada por los hombres. Creo que con naturalidad y normalidad se va avanzando. En todo queda siempre mucho camino por recorrer, pero no hay que ceñirse al victimismo. Tú tienes que valorarte más a ti misma y a partir de ahí puedes avanzar y haces que entonces todo el mundo te escuche. No tienes que esperar a que nadie te saque, tienes que salir tú sola de todos los sitios. Y una mujer con 50 años está en su plenitud de la vida.

Así como cada actor o actriz se permite dar su propio toque a cada personaje, imagino que cada personaje deja una pequeña huella en cada actor o actriz. ¿Qué se queda de Teresa?

-Esto sí ocurre pero no tanto como la gente se imagina. Al final, nosotros terminamos un personaje y empezamos otro. Si nos dejasen mucha huella, acabaríamos contaminados. Esto luego depende de qué personaje sea, claro. Pero yo, por ejemplo, he hecho de tortuga, imagínate qué cuadro si eso me deja huella (ríe). Todo esto es mucho más frío de lo que parece. Lo que sí pasa es que siempre aprendes algo porque esos meses de rodaje no pasan de largo.

Comparte reparto con grandes intérpretes como Pepón Nieto o Kiti Manver. ¿Cómo ha sido la experiencia?

-Todos nos conocemos y tenemos una relación aparte del trabajo que tiene ya años. Para mí es muy normal pero tirando a muy bien. Son todos actores muy competentes y me encantan.

Ya ha rodado varias veces por Navarra, ¿le gusta venir por aquí?

-Solo puedo decir una cosa: ¡viva Navarra!