en un día doblemente especial al confirmarse que serán los encargados de lanzar el Chupinazo de Sanfermines 2019, La Pamplonesa lanzó ayer su propio chupinazo musical: el IFOB Pamplona ya está en marcha. El festival internacional, que acercará a bandas de todo el mundo a la capital navarra y que contará con master class, conferencias y actuaciones tanto en Baluarte, Zentral y Gayarre, como en la calle, comenzó ayer en el corazón de Iruña. La Plaza del Ayuntamiento acogió la recepción de las bandas extranjeras, acompañada por las actuaciones de la japonesa Iwakura Wind Orchestra y el ensemble de metales Brass Academy Alicante, que se sumaron a la celebración incluso con una interpretación sanferminera y un pañuelo rojo de por medio. El público que se sumó a la celebración, echó el resto.

Las actuaciones en la plaza Consistorial fueron el acto principal de la primera jornada del IFOB, durante la cual también hubo lugar para la premiere de La Pamplona de La Pamplonesa, el documental que resume sus cien años de historia; para el concierto Danzar al viento, a cargo de la Banda Municipal de Música de Bilbao, en el Teatro Gayarre y para un cierre -musical, como no- en Zentral, con la actuación de la banda No More Blues. La música fue y será durante estos días eje protagonista del festival.

la calle, el escenario Minutos antes de las seis de la tarde, las trompistas Sarah Willis y Nury Guarnaschelli, norteamericana y argentina respectivamente y que hoy son dos de las solistas del concierto La Pamplonesa a cien, tomaron uno de los balcones de la Casa Consistorial para dar paso a las actuaciones. Previamente, había tenido lugar la recepción de las bandas extranjeras, en un breve acto protocolario a cargo de José Andrés Palacios, presidente de La Pamplonesa, y Amaia de Esteban, responsable de Protocolo del Ayuntamiento de Pamplona.

Eso sí, el protagonismo estaba en la calle. Así lo aseguró Jesús Garísoain, subdirector de la agrupación y quien prenderá la mecha del Chupinazo el próximo 6 de julio, que ayer se mostraba satisfecho con el inicio del IFOB, fruto “del trabajo de un montón de tiempo”. El objetivo del festival no es otro que “llenar Pamplona de bandas y de música”, ya que “sin visibilizar y sentir el acompañamiento de la gente”, no tendría sentido estar tocando.

Gala de ello hizo la agrupación japonesa Iwakura Wind Orchestra, que ofrecieron una actuación cuyo comienzo sanferminero sorprendió a muchos: los japoneses se lanzaron con un aplaudido Biribilketa de Gainza que recordó que sí, que ahora ya de verdad falta menos para las fiestas. Dirigidos por Minoru Otaki, la agrupación interpretó con seriedad un programa que también contó, entre otros, con un ejercicio para banda de Toru Kobayashi.

Fue un comienzo aplaudido por el público, entre el que hubo presencia de asistentes de todas las edades, familias e hijos incluidos. De hecho, los músicos de la Iwakura Wind Orchestra, una vez guardados los instrumentos, se entremezclaron con el público y tomaron asiento -en el mismo suelo , hacía tiempo que todas las butacas habilitadas estaban ocupadas- para no perder detalle de la siguiente actuación, que contó con el sonido metal como protagonista.

‘abba’ versión viento metal El ensemble de metales Brass Academy Alicante, dirigidos por el austriaco Ruki Korp, repasaron un dinámico y divertido programa, que incluso hizo lugar para un medley de canciones de ABBA que puso a bailar a muchos de los allí presentes. Tal era el festivo ambiente y la energía, que el Ruki Korp quiso lanzarse a interpretar, cual bis, un tema a la trompeta, pero cosas del horario, no hubo tiempo para ello y tuvieron que finalizar su actuación. Eso sí, la música continuará hoy con la segunda jornada del IFOB.