pamplona - Contar la lucha de dos mujeres aparentemente opuestas por comunicarse y por alcanzar la dignidad y el respeto que se les niega, o que ellas mismas se niegan, integrando en escena acción teatral, música en directo y creación de arte abstracto en vivo es el nuevo reto de Átikus Teatro.

En la perrera es el título de este montaje, creado en residencia en la ENT, donde se estrena hoy y se representará también mañana y el domingo. Con dramaturgia y dirección de Ángel Sagüés, En la perrera es una obra de mujeres que conjuga tres vertientes artísticas: interpretación teatral, a cargo de Ane Sagüés Abad y Ainara Arizu Delgado; interpretación musical, la que hará en directo al piano Garazi Goñi Santamaría; y creación plástica en vivo, a cargo del artista Mario Pérez de Zabalza, quien a lo largo de la representación, y de manera integrada en la misma, elaborará una pieza de arte abstracto generando color, forma y texturas en una proyección que ocupa todo el fondo del escenario.

La acción sitúa al espectador en la sala de un museo. Allí se encuentran Consuelo, Chelo, una elegante y educada mujer de entre 30 y 40 años; y Dolores, Lola, quien tiene entre 20 y 30 años y pocas esperanzas de sobrevivir. “Ambos personajes son de clases sociales y de vidas totalmente diferentes, y no están satisfechas con su vida. Encarnan la lucha constante de reivindicarse como personas en este mundo, en el que no se sienten encajadas”, cuenta Ane Sagüés, quien da vida a Lola. Las mujeres protagonistas de esta obra están enjauladas en prejuicios que las limitan y se atraen y se repelen, porque cada una ve en la otra lo que a ella le falta. “Conforme avanza la historia van modificándose la una a la otra, y eso es muy emocionante. Se entienden pero sin palabras, de una manera instintiva, animal, no racional”, apunta Ainara Arizu, Consuelo (Chelo) en escena. “Subyace en la obra la idea de que las mujeres, más allá de diferencias ideológicas y otro tipo de cosas, tienen un camino que hacer juntas”, dice el director y dramaturgo Ángel Sagüés.

Los conflictos de los personajes van avanzando a lo largo de diez escenas que quedan matizadas por la obra musical Cuadros de una exposición, de Modest Musorgski. Varios pasajes de esta espectacular obra son interpretados en directo por la pianista donostiarra Garazi Goñi Santamaría. Y al mismo tiempo que avanza la representación teatral, el artista Mario Pérez de Zabalza va creando una representación pictórica inspirada en la energía y el movimiento de los personajes. “Todo lo que voy creando surge a raíz de la conexión con la acción”, explica el artista plástico, quien reconoce que “cada función será diferente por lo que se respire y nos devuelva el público”.

ecos de layton, sófocles, chéjov La parte dramatúrgica de En la perrera, proyecto creado en veinte días de residencia en la Escuela Navarra de Teatro, parte de la experiencia de las actrices de la obra en el Laboratorio de William Layton y en la conexión que establecieron con el texto Historia del zoo, obra americana traducida por Layton en los años 80. “Pero era una obra de hombres y necesitábamos una de mujeres, así que había que tomar otros caminos, hacer otro tipo de dramaturgia”, cuenta Ángel Sagüés. La dialéctica entre lo que es bueno porque la ley lo manda y lo que luego la conciencia le dicta a cada uno subyace en esta obra, en la que hay también ecos de historias sobre conflictos de mujeres creadas por Sófocles o Chéjov.

También late en el montaje el espíritu del pintor El Bosco y su manera misteriosa y casi surrealista de hacer arte, un arte en que conviven lo mejor y lo peor del ser humano. “Cuando nos planteamos que un artista como Mario hiciera una creación en vivo, de manera integrada en la acción y la música, nos resultaba muy estimulante e inspirador. Si hay alguien que no entiende lo del arte abstracto, creo que si viene a ver esta obra va a empaparse perfectamente del sentido que tiene”, apunta el director y dramaturgo de Átikus Teatro. En cuanto a la vertiente musical de la obra, destaca que exigía para su interpretación una “muy buena preparación, por lo exigente de la partitura para piano”, que interpretada en directo, asegura, “es de una fuerza increíble”. La música, añade, “matiza perfectamente los conflictos de los personajes, dando un ritmo a la obra que hace que ésta sea más bella, más interesante”. Las partes musicales están además matizadas por un poema que Rafael Alberti escribió exaltando la pintura de El Bosco.

revolución feminista Todo está integrado en esta propuesta de confluencia de lenguajes artísticos, con un sentido y un rumbo que conecta al espectador con la actual y tan necesaria revolución feminista. “Toda esta ola es muy real, los tiempos están avanzando, y me pasa ahora que siempre que voy a montar algo estoy muy condicionado por esta revolución feminista, que me condiciona de una manera definitiva a la hora de escribir y pensar la escena. Ya no es posible hablar igual, ya no es posible plantear una relación escénica entre mujeres o mujer-hombre que ya no esté condicionada por eso. Esto me parece maravilloso y nos plantea unos retos alucinantes”, afirma Ángel Sagüés, quien reconoce que “ahora está habiendo dramaturgas, mujeres que escriben, pero la historia del teatro hasta hace 50 ó 60 años no era más que una historia de hombres. Esto es una revolución, y nosotros debemos ser eco de ello”, concluye.

Dramaturgia y dirección. Ángel Sagüés Irigoyen.Actrices. Ane Sagüés Abad y Ainara Arizu Delgado.

Pianista. Garazi Goñi Santamaría.

Artista plástico. Mario Pérez de Zabalza.

Coreografía. Eukene Sagüés Abad.

Iluminación. Luz y Fer.

Vestuario. María Sagüés.

Escenografía. Angel Sagüés Irigoyen.

Producción y distribución. Átikus Teatro.

Duración. 60 minutos.

3 funciones. Hoy, a las 20 horas; mañana sábado y el domingo, ambas también a las 20 horas.

Entradas. 10 € (en taquilla y web). Personas en paro y venta anticipada: 8 € (en taquilla).