pamplona - Un asesino escoge sus víctimas entre los vecinos del barrio de Salamanca de Madrid. Y reproduce en sus crímenes escenas de los Caprichos de Goya. Carmen Cobos y Eva González son las dos investigadoras al frente de este caso que esconde más que un truculento homenaje artístico. Es el argumento de El asesino de los caprichos, la nueva película de Gerardo Herrero, que llegará a las salas el próximo 18 de octubre.

Rodada en Pamplona en localizaciones como el hotel Tres Reyes y pisos particulares y en los alrededores de la ciudad, esta historia se mueve en torno a dos personajes femeninos, una inspectora y una subinspectora de la Policía Nacional, a las que dan vida Maribel Verdú y Aura Garrido. El guión también es de una mujer (Ángela Armero), lo que, sin duda, da un acento especial a un thriller que profundiza en la vida privada de sus protagonistas. Gerardo Herrero explicó ayer antes del preestreno en los cines Golem que este es uno de los elementos que le atrajeron del proyecto. “Evidentemente el thriller con asesinos en serie se puso de moda a partir de Seven, y parece que a la gente le gusta tanto en la literatura como en el cine, pero la película no la hice tanto por eso, sino por la propuesta que me hizo la guionista, con la que ya había trabajado”, dijo. En este caso, Herrero, socio fundador de Tornasol Films, se decidió a dirigirlo y no solo a producirlo porque “me interesó, me pareció que podía resultar una película interesante”, sobre todo por “esos dos personajes femeninos, porque si no, quizá no me habría atraído tanto”, ya que la pareja de detectives masculinos “está bastante vista”. Dos mujeres muy diferentes, de edades y mentalidades distintas, que permitía a Maribel Verdú crear a una policía “atípica, muy dura, casi un hombre en su comportamiento”, a la que “parece que solo le interesa su trabajo”, aunque poco a poco iremos descubriendo el origen de esa conducta. El modo en el que afronta sus relaciones también se sale del estereotipo, encarnando un rol tradicionalmente asumido por los hombres y que en las mujeres siempre se somete a juicio. “Todas esas cosas me gustaban del proyecto para hacer algo diferente”, indicó el director, que a lo largo del rodaje incorporó “más vida personal” a estos dos caracteres.

El leitmotiv de los Caprichos de Goya también le resultó muy atractivo a Herrero. Cabe recordar que, en estos grabados, el pintor, ya enfermo y sordo, plasmó un mundo en crisis y criticó ferozmente la presión religiosa y la estructura estamental de una sociedad que le asqueaba. Curiosamente, como se cuenta en la película, realizó estas obras gráficas para conseguir una pensión para su hijo y, pese a su temática, el rey se los compró. Hoy en día los originales se encuentran en la Calcografía Nacional, que aparece en “una escena fundamental”. Sobre el reparto del filme, Herrero se mostró muy satisfecho por haber conseguido reunir a estos intérpretes que atraviesan un momento dulce. “Pensé en ellos y tuve la suerte de que a medida que les contactaba me iban diciendo que sí, lo que no suele ser habitual porque siempre suelen estar con otros proyectos, y aunque muchos ya hacen protagonistas, aquí hacen papeles más pequeños”.

en navarra Buen conocedor de Navarra, “de donde son varios buenos amigos como Félix Viscarret y Montxo Armendáriz”, Gerardo Herrero ha producido varias películas aquí, “gracias a la política de incentivos fiscales”. De hecho, después de El asesino de los Caprichos produjo Crónica de una tormenta, ópera prima de Mariana Barassi filmada íntegramente en la Comunidad Foral. “Se rueda muy bien, hay mucha tranquilidad. No tiene mucho ruido, lo que se agradece para trabajar, y hay muy buena disposición por parte de los ciudadanos, a los que esperamos no molestar mucho para que la situación siga así de bien”, porque pretende volver, aseguró. Y subrayó la “variedad de paisajes” como uno de los valores de la comunidad, aunque, en este caso, y dada la historia, las localizaciones fueron más interiores y de tipo urbano, ya que la trama sucede en Madrid.

La cada vez mayor presencia de lugares que, como Navarra, han comprendido los beneficios que el sector audiovisual puede proporcionar a sus territorios en términos de empleo y de turismo también supone una ventaja para los productores, que a la hora de poner en pie un proyecto, es decir, de reunir la financiación, siguen encontrándose casi con las mismas dificultades “de siempre”, solo que “antes el puzzle era de cuatro piezas y ahora es de muchas”. Y la última siempre es el estreno, en el caso de El asesino de los caprichos, fijado para el 18 de octubre. Herrero espera que guste porque “hay buenos personajes, una trama policial interesante y cosas que no están contadas y que van a encontrar en esta película”.