PAMPLONa - La Capilla de Música de la Catedral de Pamplona, dirigida por Aurelio Sagaseta; la Sinfónica de Navarra y un cuarteto de solistas encabezado por el tenor navarro José Luis Sola, y completado por Dorota Grzeskowiak (soprano), Liubov Melnuk (alto) y Silvano Baztán (barítono) ofrecerán el sábado, día 2, un concierto a partir de la copia manuscrita del Réquiem de Mozart que guarda el Archivo de la seo desde principios del siglo XIX. La cita tendrá lugar a las 20.00 horas y la entrada es libre previa retirada de invitaciones en el Museo Catedralicio.

Sagaseta, responsable del Archivo de Música de la Catedral de Pamplona, presentó el evento ayer acompañado de José Luis Sola, y de Rafael Zafra, coordinador del proyecto Chantría Pampilonense, que la Capilla desarrolla con la Universidad de Navarra y que ya ha publicado dos volúmenes con música inédita de la seo. De “rara avis musicológica” calificó el maestro esta copia manuscrita del Réquiem, que “al parecer se copió en Leipzig a los pocos años de la muerte del genio de Salzburgo”. “Yo nunca me animé a montarla por su coste, ya que requiere de coro, orquesta profesional y un cuarteto solista competente, hasta que un día apareció en el Archivo uno de los maestros de capilla de la Catedral de San Esteban de Viena junto con el director de la Coral de Cámara de Pamplona, David Gálvez”, contó ayer Sagaseta, que vio cómo poco a poco el entusiasmo inicial se vio mermado al comprobar el presupuesto que conllevaba. Finalmente, el proyecto “se ha asumido con los medios de casa”, ya que la partitura, “única y exclusiva”, es propiedad de la Catedral y “esta dispone de coro, maestro de capilla y organista propios, además de un escenario capaz, y en Navarra tenemos una orquesta profesional adecuada al autor y a la época y con un cuarteto con cantantes ligados a la Capilla desde hace años”, explicó. Si a esto le añadimos las fechas, “solo hace falta hacer el Réquiem el 2 de noviembre recordando a todos los difuntos y enterrados en la Catedral”.

En el evento se utilizará el ajuar pro Defunctis, cirio pascual y Lucernario y Tenebrario barroco monumental, con sus 15 velas en dos colores, que se encenderán en el momento del canto de la Communio de Mozart, que alude a la luz (Lux aeterna luceat eis). Durante ese canto sonarán nueve campanadas “solemnes y lejanas de la Campana María”. Y es que la obra se compuso para una misa, no para un concierto, por eso parte del ordinarium (Introito, Kyrie, Sanctus, etcétera) irán en su lugar correspondiente de la ceremonia, aunque la parte central de la partitura se presentará inmediatamente después, finalizando con el Lacrymosa, que, según los expertos, fue la última pieza que compuso Mozart. - D.N.