Mi madre era una mujer sencilla, de campo, originaria de la ribera de Navarra. Siempre tenía una sonrisa en la boca y algo entre las manos: a menudo las agujas de hacer punto y, en sus últimos años, aquejada de alzhéimer, sobre todo el ganchillo”.

Con estas palabras recuerda Ángela Moreno a su madre, a cuya memoria dedica su nuevo proyecto expositivo, visitable en la Galería ArteA2 de Zizur Mayor. El punto y el ganchillo son excusa y argumento para tejer el recuerdo y fundir la esencia de aquella mujer que hacía labores para regalar a los demás con la naturaleza, el silencio, la cotidianidad y la identidad de género, cuestiones todas ellas muy presentes en la obra de Ángela Moreno.

La exposición condensa el trabajo realizado por la artista de Huarte durante estos últimos cuatro años, y es, a su vez, el final de un ciclo dedicado a la memoria de su madre. El recorrido de la muestra comienza con un retrato a lápiz, hecho a partir de una fotografía de la madre de la artista pocos días antes de su muerte, en otoño de 2015. Retrato que la artista acompaña de unas hojas de magnolio tejidas con ganchillo. “Recogimos las dos juntas estas hojas en nuestros paseos, agarradas del brazo, por el jardín de la residencia de las Oblatas, donde pasó mi madre el final de su vida”, recuerda Moreno, que ha rematado estas hojas con distintos dibujos hechos a ganchillo. “Son réplicas de las labores que mi madre nos ha hecho en servilletas, toallas o sábanas para la cuna de mi hijo Julen”, apunta la artista, quien reconoce que cuando le faltó la presencia de su madre, hacer crochet le sirvió para “sentir su compañía”.

Las hojas tejidas que componen esa pieza tan especial -la única que no está en venta- fueron creciendo como idea artística y pasaron al mundo gráfico de Ángela Moreno en dos series que ha trabajado de forma paralela, con réplicas de las mismas realizadas de dos maneras diferentes: unas a lápiz y otras grabadas sobre fondos estampados de vegetación. A través del grabado, la pintura acrílica sobre papel, la tinta a pincel fino o plumilla y el tejido de hilos de plata y de cobre, la artista funde la memoria de su madre con la naturaleza y la cotidianidad -simbolizadas en entretejidos de ramas de árboles fotografiados en viajes familiares-, y pone en valor esa “labor propia de mujer, generosa, silenciosa, hecha con amor” como es la de tejer punto y ganchillo. “He querido poner en valor a la mujer y sus trabajos minuciosos, laboriosos, hechos con todo el cariño del mundo y para nada reconocidos en un mundo como el que estamos, totalmente industrial, en serie, y basado en la explotación de otras gentes que malviven para que nosotros compremos barato”, reflexiona la autora, quien al mismo tiempo se pregunta: “¿Es más o menos artístico un trabajo dependiendo de la herramienta que se utilice? ¿Qué pasa cuando utilizo un ganchillo para crear una pieza?”, se pregunta la autora.

joyería, nuevo reto A Ángela Moreno le encanta probar procedimientos nuevos. “Para mí es un reto, me aburriría si estuviese haciendo siempre la misma técnica. Disfruto aprendiendo”, dice en referencia a la joyería, mundo en el que se sumerge por primera vez en el marco de este proyecto expositivo.

Los tejidos réplica de los que hacía su madre han salido del lienzo y han tomado forma de sugerentes piezas de joyería, de las que se muestra y se vende una nutrida colección en la Galería ArteA2. En concreto, 150 piezas, todas diferentes -réplicas de puntillas de su madre, otras que aluden a motivos vegetales-, con una presentación muy cuidada. Colgantes tejidos con hilo de plata y de cobre de diversos colores, pendientes creados con nácar pintado, hilo, resina trabajada con calor, papel o plumas, invitan a “llevar puesto un Ángela Moreno” sutil y sugerente. Ligero y resistente a la vez. Como la memoria.

La artista ha creado belleza a partir de vivencias en años especialmente duros -a la muerte de su madre ha seguido la de su pareja, el artista Jabier Villarreal, fallecido el pasado junio-. “El arte me permite apaciguar la cabeza y concentrarme en hacer. Y eso me genera paz y bienestar. Y por otro lado es inevitable, es que no me imagino mi vida sin crear. Veo algo y ya se me ocurren ideas, y las tengo que probar. Y el propio hacer te lleva a variantes nuevas. Del hacer vuelves al observar, es una rueda constante que no cesa...”.

Para suerte de la artista, y de quienes nos deleitamos en su obra.

Dónde. Galería ArteA2 de Zizur Mayor (calle Idoia, 9).

Cuándo. Hasta el 23 de noviembre, por las mañanas de martes a sábado de 10 a 13.30 horas, y por las tardes de lunes a viernes de 17 a 20 horas.

Obra. La exposición muestra el trabajo realizado por Ángela Moreno en los últimos cuatro años. Pueden contemplarse obras de la Serie negra y de la Serie blanca, así como 150 piezas de joyería de autora y un retrato a lápiz de la madre de la artista que compone una pieza muy especial. Es la única que no está a la venta. El resto de creaciones lo está, a precios entre 400 y 1.000 euros. Las piezas de joyería pueden adquirirse por precios que oscilan entre los 40 y 600 euros.