Raúl Bobé

Pamplona. Leiva (Madrid, 1980) ha vuelto este sábado a Pamplona por todo lo alto, tras cuatro años de ausencia, ofreciendo un concierto en el Navarra Arena ante 5.000 personas y un repertorio de veinte canciones que ha incluido como sorpresa la mítica "Estrella Polar", para poner la guinda a una noche "nuclear".

Para recordar la última vez de Leiva en la capital navarra hay que remontarse hasta abril de 2015, cuando el madrileño estaba finalizando la gira de su disco "Pólvora". Por ello, sus fans locales le tenían ganas, tantas, que en esta nueva ocasión han conseguido agotar las 5.000 entradas de pista disponibles.

Hasta el comienzo del concierto en el escenario tan solo se encontraba el imprescindible pañuelo anudado alrededor del micrófono, que ya se ha convertido en una seña de identidad del cantante.

El recinto se ha quedado completamente a oscuras a las 22:16 y, unos pocos segundos más tarde, la pantalla que se encontraba detrás del escenario se ha iluminado, primero, completamente de color rojo y seguidamente, con imágenes alternas del cantante y de sus videoclips, que han servido como introducción para la entrada de los músicos.

En fila y saludando, los ocho cómplices que acompañan a Leiva en el escenario en su "Tour Nuclear" se han colocado en sus diferentes puestos, dejando la entrada libre a Leiva y su guitarra.

Sin pronunciar una palabra, han comenzado a sonar los primeros acordes de "La Lluvia en los zapatos", una canción que ha parecido idónea para abrir la noche pamplonesa que en los últimos días ha demostrado que, precisamente, de lluvias sabe un rato.

Le han seguido "Guerra Mundial" y "Lobos", donde ha invitado al público a cantar para, después, pronunciar sus primeras palabras: "Todos los que estamos en este escenario somos conscientes del esfuerzo que conlleva pagar una entrada, así que gracias".

Además, ha recordado la evolución que ha tenido en los últimos veinte años, pasando de tocar en bares pequeños a recintos como el Navarra Arena, lo que ha expresado que le hace "mucha ilusión".

Tras estas palabras han llegado "Superpoderes", "Breaking Bad" y, con un cambio de guitarra, "A ti te ocurre algo", una canción en la que habla de su relación con la actriz Macarena García incluyendo estrofas como "Salías del Teatro Lara con tu cuadrilla de antes", donde la joven protagonizó "La Llamada" durante varias temporadas.

Un vaporoso fondo amarillo ha acompañado a Leiva mientras ha cantado "En el espacio", una balada que con un solo de guitarra como transición, ha hilado con "Nuclear", el tema que da nombre a su último trabajo discográfico.

"Quiero que visualicéis la cara de vuestro jefe o vuestra jefa con forma de culo y vuestra bota muy afilada tratando de destruirla", ha dicho para introducir "Electricidad", una canción a la que ha calificado como "una oda para mandar a tomar por culo a alguien", visualmente acompañada por una amalgama de colores.

Eran poco más de las once cuando la pantalla ha mostrado imágenes del cuerpo y los tatuajes del artista para ilustrar la letra de "Como si fueras a morir mañana", una canción que ha marcado el ecuador del concierto con frases como "Odio al tipo del espejo unos siete días por semana" que ha acabado con todo el público saltando y coreando el estribillo final.

Patricia Lázaro, la corista de Leiva, ha cantado los primeros segundos de "Godzilla", seguida por 'Juancho', su hermano, relevando las voces de Ximena Sariñana y Enrique Bunbury en la versión grabada del disco.

Ha servido para preceder a "Mirada Perdida", donde los músicos han acabado formando un círculo en el escenario antes de ser presentados uno a uno en forma de canción.

A continuación, el cantante ha preguntado al público si estaba disfrutando el repertorio y ha ofrecido uno de los momentos más bonitos del concierto: la versión a guitarra acústica de "La Llamada", canción que le valió un Goya en 2018.

"No te preocupes por mí", el single presentación de su último disco, ha servido para abrir la última parte del concierto, donde ha cantado varios de sus temas más conocidos, tanto de su época en solitario con "Terriblemente Cruel", como de su época como miembro del grupo Pereza y canciones como "Como lo tienes tú" o "Estrella Polar".

De esta última, ha dicho que fue "escrita sin ninguna pretensión" y se convirtió en "algo muy grande", por lo que le cogió "asco" tras la separación musical con Rubén Pozo y le llevó a dejar de tocarla durante muchos años hasta que, hace varios meses, volvió a conmoverse al escucharla en un taxi y se "reconcilió con ella".

La banda ha salido del escenario y el público ha comenzado a pedir un último tema, sin saber que el cantante tenía guardadas dos canciones más en la manga: Sincericidio y Lady Madrid.

Ha besado y abrazado a cada uno de los músicos en lo que parecía la despedida final, pero, de repente, ha sorprendido a los espectadores girándose para cantar con ímpetu una última vez el estribillo de Lady Madrid.

Han tirado baquetas, púas y toallas y Leiva ha aparecido con el torso descubierto para hacer, ahora sí, el saludo final a las 23:54 con "Give peace a Chance" de John Lennon sonando de fondo poniendo el broche a una noche de emociones "nucleares".