pamplona - Han cosechadobastante éxito en solitario pero Locoplaya siempre vuelve, ¿es adictivo?

-Sí, claro. Nosotros somos amigos desde antes de dedicarnos a la música y compartimos mucho tiempo juntos. Así que eso de seguir con el grupo sale de forma natural, y lo podemos compaginar con nuestras carreras en solitario, porque lo que hacemos es juntarnos de vez en cuando y componer alguna canción, algún estribillo, una base... Estamos siempre activos en todos los sentidos, de forma individual y grupalmente.

¿Se identifica más con el sonido que produce de forma individual o con el que compone junto a sus dos amigos?

-No pongo preferencia a nada. Disfruto haciendo mi música pero también componiendo con mis colegas. Es verdad que las canciones son de estilos diferentes porque no buscamos hacer los mismos sonidos y ritmos, no tenemos unos mandamientos que seguir y sin los cuales una canción no funciona; nos dejamos llevar y lo que nos gusta lo terminamos y lo mostramos.

Las de Locoplaya son canciones para pasárselo bien, con mucho humor y, sobre todo, muchas referencias al verano. ¿Nos traen a estas tierras un poquito de ese calor que siempre se ve en sus videoclips?

-Bueno, no sé cómo estará ahora en Navarra el tiempo, pero aquí en Tenerife (la entrevista transcurrió por teléfono) estoy ahora mismo a 24º, en pantalón corto, camiseta y al lado del mar (ríe). Así que sí, este es el rollo que llevamos nosotros y nos gusta, aunque también nos gustan otras cosas más allá de la playa.

¿Cuáles son esos otros temas que les interesan y que van más allá de la playa, la cerveza y bailar?

-Nos gusta que las cosas sean lo más justas posible, que la gente tenga oportunidades para emprender, para crecer... Yo tengo 25 años y tengo la suerte de dedicarme a cantar y hacer mis dibujitos, pero tengo muchos conocidos que han estudiado y no tienen trabajo y así hay muchísima gente. Yo siempre he querido que todo el mundo tenga las mismas posibilidades para todo.

¿Qué vamos a ver sobre el escenario este sábado?

-Nosotros siempre intentamos que, además de dar un concierto, nuestros espectáculos sean una fiesta, conectar con el público y ser cercanos. Nos prestamos bastante a la improvisación y a la alegría que se genera en el escenario. Vamos con todo, con un carrito lleno de comida que tiraremos por ahí, con una colchoneta... Al final es para contagiar ese buen rollo a la gente. Y ahora que estamos en enero, llevar un poco del calorcito canario a tierras navarras.

Hoy en día es habitual que raperos y raperas que, a través de sus canciones, lancen reflexiones y críticas sobre temas actuales. Ustedes, en cambio, se alejan de todo eso. ¿Por qué?

-No lo sé. Ya digo que no todas nuestras canciones hablan de la playa, de cerveza y de bailar, pero es cierto que eso de mostrar tu postura sobre algo, o intentar enseñar algo, no nos va. Nosotros somos gente joven y tenemos nuestra forma de pensar, evidentemente, y hay cosas que nos parecen bien y menos bien, pero hoy en día es muy difícil ser moralmente correcto con nada. Todos estamos metidos en un mundo en el que es muy difícil no formar parte de él, de cómo funciona todo hoy en día. Y nuestra intención, a través de las canciones, sí que es la de evadirnos, disfrutar, en vez de dar lecciones a nadie.

“Si soy un locoplaya, nena, ¿cómo quieres que no la parta?”, cantáis en Crazy, uno de vuestros singles. ¿Radica ahí la esencia del grupo, en darlo siempre todo?

-Sí, claro, ahí estamos. Nos juntamos precisamente para eso. Con el tiempo es cierto que vas trabajando de otra manera pero esa frase se le ocurrió una vez a Don Patricio en un bolo y nos gustó, porque es que nosotros somos así.