pamplona - Ya lo contó Susana Rodríguez durante la presentación de Pamplona Negra 2020: el regalo habitual a los niños de 11 o 12 años en la Navarra de finales del siglo XIX y principios del XX era una navaja. Un detalle que no pasa de ser anécdotico, pero que sirve de contexto para las rutas teatralizadas que ha organizado el festival y que arrancan hoy mismo a las 10.30 horas en Baluarte.

A las 10.30 en castellano y a las 12.00 en euskera. Es el plan para hoy y para el sábado 18 de enero, cuando el público interesado podrá volver a asomarse a las cuatro escenas basadas en crímenes reales que ha dramatizado Susana Rodríguez, directora de Pamplona Negra, y pone en escena el Grupo de Teatro de la UPNA, dirigido por Óscar Orzaiz. La inscripción, en pamplonanegra.com.

rezar por una víctima Para Orzaiz, que la responsable de esta programación les ofreciera encarnar estas escenas es "una oportunidad maravillosa" para el grupo. A sus componentes "les ilusionó mucho" ser parte del programa de la semana negra, "que la mayoría ya conocía", pero a la vez supone una responsabilidad "mostrar el trabajo fuera del ámbito universitario", de manera que se lo han tomado muy en serio. Así, en noviembre comenzaron a ensayar los textos escritos por Rodríguez, que "se empapó de los crímenes cometidos en Pamplona" en fechas pasadas, de manera que no puedan herir sensibilidades en el presente, y "ahí entramos nosotros", cuenta el director, que apunta que han empleado parte de las fiestas de Navidad para "tenerlo todo a punto para el día 11". Es decir, para hoy. El recorrido será el siguiente: una escena en Baluarte, dos en el Condestable y la final en el Teatro Gayarre.

En cuanto a la temática, Orzaiz comenta que montar escenas "que sabes que han sucedido" ha sido "divertido" y "ha dado lugar a situaciones graciosas", dentro de la gravedad y con la distancia, claro. Y es que el público podrá ver cómo un Romeo pamplonés mató al tío de su Julieta por no permitirles la relación, o cómo la testigo de un asesinato dijese que pidió ayuda al ver el crimen rezando por el alma del asesinado. También cómo los cadáveres de unas víctimas fueron expuestos públicamente para obtener información. Pura crónica negra.