madrid - La libertad creativa que defendió siempre Javier Sáenz de Oiza es el pilar que sustenta la exposición que, en el marco del programa del Madrid Design Festival 2020, acoge el Museo ICO como homenaje al arquitecto navarro, uno de los más relevantes del panorama estatal.

Bajo el título Sáenz de Oiza. Artes y Oficios, la muestra, visitable hasta el 26 de abril, presenta un recorrido por la vida del arquitecto, tratando de establecer una relación entre su obra y las amistades del mundo del arte que cultivó a lo largo de los años, de Eduardo Chillida a Antonio López. Escultura, pintura, fotografía y arquitectura entablan un diálogo excepcional en las salas del museo.

“La exposición pretende alejarse del clásico recorrido cronológico y más académico para tratar de ensalzar la libertad creativa que defendía siempre nuestro padre”, señaló ayer Marisa Sáenz Guerra, arquitecta e hija de Francisco Javier Sáenz de Oiza (Cáseda, 1918-Madrid, 2000), quien junto con sus hermanos Vicente y Javier, ha ejercido de comisaria de esta muestra, con la que el Museo ICO se suma a las actividades de conmemoración del centenario del nacimiento del artista.

“Al no ser un recorrido cronológico, los cinco espacios en que se divide la exposición se presentan como juegos de habitaciones, como espacios para soñar”, comentó Javier Sáenz Guerra, refiriéndose a las cinco salas que albergan la muestra: el oficio de aprender y el arte de enseñar; habitar y construir; el alma y evocar; creer y el arte del mecenazgo y, por último, competir y el arte de representar.

Se exhiben cuatrocientas obras, de las cuales aproximadamente un 70% son inéditas; entre ellas, planos, cuadros, esculturas, maquetas, cerámicas, obras y objetos personales que permiten afilar la mirada a la hora de acercarse al trabajo de Sáenz de Oiza y conocer la baraja de cartas con la que le gustaba jugar en sus clases, charlas y conferencias.

El Museo ICO plantea así un viaje en el que la arquitectura dialoga con otras disciplinas artísticas, especialmente la escultura, la pintura, la fotografía y la arquitectura de algunos de los creadores más reseñables e imprescindibles del siglo XX. Está representada la obra de amigos de su entorno con los que compartió proyectos -la Basílica de Arantzazu es el ejemplo más emblemático- y trayectoria artística y vital, como son, entre otros, Eduardo Chillida, Lucio Muñoz, Pablo Palazuelo, Antonio López, José Antonio Sistiaga y Jorge Oteiza.

incitar a hacer Los comisarios de Sáenz de Oiza. Artes y Oficios han hecho especial hincapié en que el principal de los fines que persigue esta revisión de la obra del arquitecto es acercar a los jóvenes a su mirada y su pensamiento, despertándoles el ánimo de hacer, de aportar soluciones y de trabajar la creatividad. Inspirando y provocando emociones e interpretando la arquitectura y el dibujo del arquitecto como otra forma de arte.

El hijo del homenajeado Javier Sáenz Guerra, arquitecto y uno de los tres hermanos comisarios de la exposición, apuntaba ayer: “Mi padre nos explicaba que no consideraba los museos como un almacén para ver, sino un espacio para imaginar y, a partir de ahí, crear.” Sáenz de Oiza incitaba a hacer y solía decir que el que no hace, critica. Fiel a este espíritu, el Museo ICO lanza, en esta exposición, la misma propuesta a sus visitantes, en especial los jóvenes. - Diario de Noticias/Efe