PAMPLONA - Las XI Jornadas sobre Ganado de Lidia y Tauromaquia celebradas en la Universidad Pública de Navarra durante el viernes y ayer, sábado, tuvo como grandes protagonistas a los torero Rafael Rubio Rafaelillo y José Pedro Prados, El Fundi. Bajo el epígrafe del programa que rezaba Diálogo entre héroes, el mano a mano se convirtió en un hondo y emocionado repaso de las carreras profesionales de ambos diestros en las que ha presidido el esfuerzo y la superación, teniendo siempre que enfrentarse a corridas de marcado carácter torista. Por su parte, Rafaelillo no dejó pasar la oportunidad de reiterar varias veces su agradecimiento a la ciudad de Pamplona por el trato recibido tras la gravísima cogida sufrida en la corrida de Miura del pasado 14 de julio. En especial por trato y cuidado recibidos por parte de Ángel Hidalgo, médico cirujano de la plaza de toros Pamplona. El torero murciano ha decidido reaparecer tras, según él, "unos duros y largos meses, en el que me he estado buscando a mí mismo". Lo hará el 12 de abril en la plaza francesa de Arles ante, precisamente, una corrida de Miura en la que actuará de padrino en la alternativa del galo Maxime Solera, en presencia del matador Sergio Serrano.

Aunque los carteles de toreros de la próxima Feria del Toro no se conocerán hasta finales del mes de mayo, el numeroso público que llenó durante todas las sesiones el aula universitaria, asintió en el deseo y seguridad de que el torero murciano estará presente en la próxima edición del serial taurino sanferminero. Incluso, se abogó porque el Rafaelillo sea recibido con una ovación en su regreso a la Feria del Toro. Hay quién opinó que sería de justicia que el torero merecía verse anunciado en dos corrida: la propia de Miura y otra de mejor condición para el triunfo artístico. Finalmente, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, clausuró las jornadas ensalzando la identidad taurina de Pamplona y de las fiestas de San Fermín.

Primeras sesiones Las XI Jornadas sobre Ganado de Lidia y Tauromaquia organizadas por las áreas de Producción Animal de las Escuelas de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Pública de Navarra y de la Universidad Politécnica de Madrid, comenzaron el viernes con éxito de inscritos y una sobresaliente valoración por el contenido de las mismas. Abrió plaza Silvia Arazuri, directora de ETSIA y Antonio Purroy Unanua, director de las jornadas y catedráticos de Producción Animal de la UPNA. En la primera sesión, La fiesta es de los aficionados, intervinieron Dominique Valmary, presidente de la Federation des Sicietés Taurines de France, que explicó la importancia adquirida por los aficionados en la tauromaquia francesa a la hora de contratar ganaderías de distintos encastes y toreros; y Jorge Fajardo y Juan Ignacio Ganuza, presidente del Club Taurino de Pamplona, que expusieron el papel de los aficionados en España. La segunda sesión tuvo un marcado carácter técnico al afrontar el primer tercio y su suerte de varas. Intervinieron José María Moreno, escritor y bibliófilo taurino de Madrid, el experto veterinario en ganado de lidia Julio Fernández y el picador Pedro Iturralde. Ambas sesiones matutinas contaron con posteriores coloquios

En las sesiones de tarde las propuestas fueron: ¿El toro más bravo de la historia?; y Tauromaquia popular siempre. Tomás Prieto de la Cal defendió que el toro actual no es el más bravo de la historia de la fiesta; mientras que el periodista Javier Núñez abogó por lo contrario: Entreverando ambas opiniones, el ganadero navarro José Antonio Baigorri de Luis, propietario de Ganadería de Pincha, se extendió explicando el rigor y gran exigencia que en la actualidad se pide a las reses bravas en la selección.

En la última sección de la primera jornada, bajo el título Tauromaquia popular siempre, se trataron distintas disciplinas y suertes taurinas a cargo de Javier Tarín, presidente de la Federación Española de Toro con Cuerda, que ahondó en las raíces y evolución histórica de del toro ensogado; y Francisco Hernández, veterinario cacereño especialista de estos festejos, quien aseveró y explicó que la tauromaquia popular es la raíz del futuro de la fiesta taurina. El posterior coloquio estuvo moderado por el ganadero navarro Miguel Reta.