- El realizador navarro Oskar Alegria acaba de ganar el Premio Taiga de bronce en el recientemente celebrado Festival Spirit of Fire de Siberia por su última película, Zumiriki.

Alegria comunicó a este periódico la noticia del premio desde aquella región en la que se encuentran a -18 grados de temperatura. El director acudió a esta zona remota después de inaugurar, el pasado 2 de marzo, el Festival Punto de Vista, con este trabajo que parte de una pregunta: ¿Es posible viajar dos veces al mismo recuerdo? Oskar Alegria construyó una cabaña de madera en una orilla aislada del río, frente a la isla en la que jugaba de niño. Pero la isla ha quedado hoy anegada por la construcción de una presa. El recuerdo y su tierra se volvieron invisibles, aunque no del todo: las copas de los árboles, todavía firmes y en pie, asoman en el agua como lo mástiles de un barco de juguete roto. El viento entre los troncos es el único espacio que permite revivir el pasado. El único lugar donde puede anidar la memoria. Esta película ha viajado ya por todo el mundo, proporcionando grandes alegrías a su creador, no solo en forma de premios de distinta índole, sino también de contactos con profesionales y de públicos de diversas latitudes.

Zumiriki es el segundo largo de Alegria después de la casa Emak Bakia (2012). En 2015 invitó a cineastas de todo el mundo a realizar un cortometraje que explorase las sombras y los misterios de la oscuridad, y el resultado fue The Darkness Collection.