i algo sabe el teatro es resistir. Con su mala salud de hierro, lleva siglos sorteando persecución, epidemias, censura, violencia, indiferencia... Y también aplausos. Muchos. Los del público, sin el cual no sería nada. Porque este es un arte esencialmente relacional que depende de las emociones de los espectadores.

Y de sus reflexiones. Dicen que Shakespeare escribió Macbeth y El Rey Lear durante un encierro por la epidemia de peste de 1605 y 1606 en Inglaterra. Quién sabe si de esta cuarentena saldrán grandes textos que dentro de un tiempo serán clásicos.

Lo que está claro es que el oficio de las tablas necesita el contacto y la respiración de la gente. El vivo y el directo. Y que volverá a ofrecer un ejercicio de catarsis de primer nivel. Un servicio que, sin duda, será más que necesario cuando todo esto acabe.

De momento, eso sí, cuando llega el Día Mundial del Teatro, cada 27 de marzo desde 1961, la única realidad palpable es que todos los teatros de Navarra, del Estado y de casi todo el mundo están cerrados. Y que quienes viven de este arte intentan resistir mientras se preparan para afrontar la tempestad que llegará luego.

Por parte de la Escuela Navarra de Teatro (ENT), institución de referencia en la enseñanza de Arte Dramático en Navarra, Fuensanta Onrubia, miembro del equipo académico, señala que celebrarán el Día del Teatro pese a las circunstancias. "Hemos pedido a las personas que componen la comunidad de la Escuela, desde profesores al alumnado pasando por técnicos y administrativas, que se graben con el móvil un microvídeo de ocho segundos", con el que el profesor Ramón Vidal realizará un montaje que se lanzará mañana, viernes, a través de la página web de la ENT (www.laescueladeteatro.com) y de las redes donde tiene presencia (Facebook, Twitter e Instagram). "Será algo sencillo, los nuestros son otros escenarios, pero está hecho con mucho cariño", indican desde la entidad.

En cuanto al funcionamiento diario, solo acuden al espacio de la calle San Agustín de Pamplona las administrativas y algunos técnicos, "y el resto de la actividad ligada a la gestión se está realizando telemáticamente", y lo mismo sucede con la parte docente. O eso es lo que pretenden, ya que, como reconoce Onrubia, "estamos intentando mantener el contacto con nuestros alumnos, pero la dinámica no es sencilla; es muy difícil trabajar el teatro de manera virtual". De hecho, desde que suspendieran todas las clases el 13 de marzo, han estado organizándose y probando la mejor manera de que la información fluya sin interrupciones, problemas de conectividad y otras casuísticas. Ayer, por ejemplo, realizaron una especie de ensayo virtual de la obra Venezia nel mio cuore con la que finaliza el taller impartido por Ángel Sagüés y cuyo estreno ha sido suspendido. Igual que el de la obra basada en el texto ganador del Concurso de teatro infantil en euskera que la ENT organiza junto al Ayuntamiento de Pamplona, "y que vamos a aplazar hasta otoño". "Como es lógico, sentimos mucha inquietud, incertidumbre y perplejidad ante lo que está pasando", agrega la profesora, que, al mismo tiempo, defiende la importancia de la cultura. "Estamos muy preocupados por el panorama, pero también decimos que el teatro nos puede ayudar mucho cuando todo esto finalice. Es un ejercicio catártico y terapéutico de primera; abarca todo lo que somos". Así lo cree Onrubia, que, sin embargo, sabe que cuando se levante la cuarentena "para mucha gente no seremos esenciales" y "habrá que ver cómo salimos de esta". Y es que, no hay que olvidar que "la mejor época para las programaciones teatrales va de octubre a mayo". Eso sí, desde la Escuela "estamos trabajando para mantener el espíritu y la estructura" de este proyecto que lleva tres décadas implantado en Navarra. Además, está resultando inevitable la tramitación de ERTE para parte del personal y de otro tipo de medidas para profesores que trabajan en talleres en colegios de Pamplona y para otros empleados temporales. En cuanto a su "sintonía" con el Gobierno de Navarra, Onrubia afirma que es "buena", y aunque aun no han firmado el convenio de este año, las noticias que llegan desde el Ejecutivo no son malas.

La Escuela de Actores Butaca 78, fundada por Laura Laiglesia y con sede en el Edificio Iwer de Pamplona, estará cerrada entre el 13 de marzo y el 13 de abril. "Estamos entre confusas y expectantes, a ver cómo volvemos a la realidad después de esto", se pregunta la directora, que intentan mantener contacto con los/as alumnos/as para que no se dispersen demasiado. En teatro musical "hemos mantenido las clases -con coreografías y canciones- vía Skype", pero el teatro de texto es más complicado. "Con los grupos de perfeccionamiento estamos trabajando escenas de dos o monólogos, pero, claro los grupos que tienen una obra coral -los de iniciación estaban preparando Diez negritos- es imposible". En todo caso, les recuerdan por whatsapp que volverán, "pero es probable que las muestras finales las retrasemos a octubre o noviembre".

También para conmemorar el Día del Teatro han tenido que cambiar de planes. "Habíamos organizado un flashmob, pero lo hemos suspendido, claro", indica Laiglesia. A cambio, "estamos realizando un vídeo montaje con un texto teatral -firmado por el autor, actor y director mexicano Gabriel Pineda- dicho entre 56 estudiantes y profesoras/es. El día 27 lo lanzarán en redes y en su web. "Día mundial de la vida, del arte, de la tragedia y la comedia. Día mundial de la pasión loca y desmedida. Día mundial de los quijotes, soñadores atrevidos que apuestan su vida por un estreno...", dice este texto.

"Estamos llevando esto lo mejor posible", comenta Javier Álvaro, fundador y director de Teatrolari (paseo de los Enamorados, 33). La escuela cerró el día 13, "y ese fin de semana estuvimos trabajando para intentar dar apoyo al alumnado", de manera que desde el lunes 16 le ofrecen actividades -monólogos, ejercicios de movimiento, improvisación, interacciones con la cámara, cine fórum- "para que puedan seguir haciendo cosas, estén activos y en contacto".

Para celebrar el día de mañana, en este centro tenían programado un encuentro con los estudiantes de Artes Escénicas del IES Alaitz -y lo mismo con el IES Plaza de la Cruz la semana que viene-, "pero la situación no lo permite", así que lo van a sustituir con un directo en redes sociales abierto al público general con el propio Álvaro y con el actor en formación y educador Jordi Francesch, a los que se les podrá plantear las dudas y preguntas sobre esta profesión del teatro, que, según decía Lorca, "es poesía que se sale del libro para hacerse humana. Y al hacerse humana habla y grita, llora y se desespera".

"El teatro es un ejercicio catártico y terapéutico, abarca todo lo que somos"

Profesora de la Escuela Navarra de Teatro

"Hemos preparado ejercicios para que el alumnado se mantenga activo y en contacto"

Director de Teatrolari

"Es posible que tengamos que retrasar las muestras de fin de curso a octubre o noviembre"

Directora de Butaca 78