Rosa María Sardá había decidido hace unos meses que no tomaría más pastillas para luchar contra su cáncer; los compañeros de su último rodaje, que terminó en febrero del año pasado en Lanzarote, sabían que estaba enferma. De David Verdaguer se despidió hace pocos meses: "que tinguis molta sort, nen", le dijo.

Pero pese a su estado, cuando empezaba a trabajar, "era como una flor: se abría", explica a Efe Ángeles Reiné, la directora de "Salir del ropero", que agrega: "He tenido la gran suerte de conocer a Rosa, al gran ser humano que era durante ese rodaje".

"Como rodamos en Lanzarote, los fines de semana nos íbamos a comer juntas, en ocasiones, solas; mi padre tenía un cáncer, se murió -se sincera Reiné-, y yo hablaba con ella de la enfermedad, de la lucha, y era un gustazo ver cómo ella se tomaba sus pastillas para llegar el lunes a trabajar con fuerza. Era como una flor, se abría en el rodaje, hasta en la voz se le notaba", dice, emocionada.

Tan distinto a la última vez que se hablaron por teléfono. "Me dijo que se iba a dejar de tomar las pastillas y a mí se me saltaron las lágrimas, le pedí que no lo hiciera, pero ella no podía más. Me dijo 'no quiero más'".

También lo ha sentido mucho el actor David Verdaguer, que ya la adoraba de mucho antes: "La conocía de muchas veces en el teatro. Ella era lo que queremos ser todos los actores, porque podía hacerlo todo y todo lo hacía bien, nunca se la encasilló en nada, hacía dramas, hacía un Lorca, te presentaba los Goya y te caías de culo, no tenía miedo a nada, cantaba si hacía falta, hacía lo que quisiera, y siempre lo hacía bien".

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Pero qué va a decir un hijo de su "madre". David es Jorge, el hijo de Sardá en la película.

"Su ironía y su cinismo eran para enmarcar, su gran inteligencia, que para mí se ve en las personas con sentido del humor, y ella tenía mucho. La última vez que la vi aquí en Barcelona fue hace unos meses. Me dijo 'que tinguis molta sort, nen'", recuerda Verdaguer en conversación telefónica con Efe.

En el rodaje "estuvo bien; era un carácter muy fuerte y una actriz maravillosa", señala Verdaguer.

"Le encantaba hacernos trucos de magia", desvela Reiné, que desde el rodaje lleva en su cartera "unos trocitos de una carta que rompió y que hizo aparecer entera otra vez. Nos contaba que le había enseñado su hermano Fede, más graciosa".

"Mi pena es enorme, y se me junta con la muerte de otro gran amigo Iván Aledo, con el que había trabajado muchos años, ha sido como muy seguido", comenta dolorida la directora de la serie de televisión "Doctor Mateo", que debuta en el largometraje con esta historia de amor de dos amigas mayores que descubren que son lesbianas y se quieren casar.

Tras ver el guion, Sardá eligió justo el personaje que Reiné había pensado para ella, Celia. El otro papel "maduro", el de su novia Sofía, lo interpreta Verónica Forqué.

"Celia es una mujer que no tiene nada que ver con ella; es católica, muy creyente, la religión es la base de su vida, y que siempre ha tenido sus sueños dormidos hasta que un día llega un cura moderno al pueblo (Alex O'Dogherty) y ella se inspira en él. Lo ve, y lo copia, con sus botas Martens, su cazadora. Él tiene un grupo de rock y ella mira a la Iglesia de otra manera", cuenta Reiné.

Ya con los ojos abiertos a otras cosas, se da cuenta de que es feminista y además decide que quiere salir del armario, en su caso, del ropero, que es más femenino. "A Rosa le encantaba este personaje tan distinto a ella, que fue valiente y feminista toda la vida", añade la directora.

Reiné comparte con Efe que, en los rodajes, "el día que una actriz acaba su parte la despedimos dándole un aplauso, lo hacemos con todos". "Pero -se emociona la gaditana-, el día que se fue Rosa, yo me arrodillé para darle las gracias, y ella me cogía las manos para levantarme. Ha sido un placer construir con ella el personaje de Celia".

La película tendría que haberse estrenado en abril, pero la pandemia ha retrasado el estreno al mes de septiembre. Una espera que, en esta ocasión, tendrá doble recompensa: ver cine en sala y ver a Rosa María Sardá.