- ¿Cuál es su recorrido profesional?

-Pues yo soy directora de escena, profesora de dirección de escena e investigadora, por lo que en mi trabajo intento compaginar estos campos. La verdad es que he hecho muchas cosas: he tenido varias compañías y he dirigido varias obras de teatro, entre ellos a autores como Shakesperare o de Thomas Bernhard. De este último hice el primer espectáculo de un texto suyo en gallego. Además, con la Compañía Nacional de Teatro, he puesto en escena alguna obra de teatro sobre la comedia de magia del siglo XVIII, que es el tema sobre el que hice la tesis doctoral. Últimamente, aparte de este recital, estoy trabajando en la Universidad Complutense en un proyecto de investigación performativa titulado Santas vivas. Es sobre Sor Juana de la Cruz, que fue una mística española de los siglos XV y XVI. El último espectáculo que hemos llevado a cabo se llama Como alambre muy delgado, que lo estrenamos en el festival místicas, que lo dirijo yo también.

Entonces no le debió sorprender mucho que le pidieran ayuda con el recital...

-Efectivamente. En realidad, este recital surgió porque yo estaba poniendo en marcha el festival místicas y Raúl Losánez, que tenía en mente hacer un recital de poesía mística española, me propuso integrarlo en el recital. De ahí en adelante los dos lo fuimos conformando. Como el festival místicas tiene una mirada feminista, yo le propuse que hubiera tantas poetisas como poetas, más o menos. Hay poesías del siglo XIV al XIX y de poetas que a priori no dirías que son místicos€ Eso, de hecho, es lo interesante del festival, que mostramos experiencias fuertes de trascendencia que han tenido los poetas en distintos momentos Todos tienen raíces comunes, pero cada uno lo cuenta de manera distinta.

Este no es un recital al uso, ¿en que consiste?

-El objetivo es que los espectadores entiendan la mística, es decir, la expresión de lo inefable, de una manera sensorial. Por eso hemos intentado crear una atmósfera propicia con la iluminación, los objetos, los colores, la música, la actuación, etc.

¿Y qué le aporta a la poesía esos "elementos sensoriales"?

-Ayudan a que el público se sumerja en la atmósfera de contemplación que propone la mística. Vivimos en un mundo de ruido y furia, (como diría Shakespeare), de mucha aceleración, por lo que realmente necesitamos ese momento de reposo. Por un lado, la música es un punto de apoyo para esa relación espiritual porque es la más espiritual de las artes y llega a la emoción de forma directa. Por otro lado, Lola Casamayor, Jesús Noguero y Eva Rufo son de los mejores actores que tiene la escena en España ahora mismo. Escuchar poemas recitados por ellos no es lo mismo que una sencilla lectura.

¿Cómo es el proceso de adentrar a los actores en, como diría San Juan de la Cruz, "la espesura"?

-Pues es bastante sencillo porque los actores son buenísimos y, cuando los compañeros tienen talento y son trabajadores y profesionales, la labor de dirección de escena se vuelve muy amena. Además, no es algo tan complicado porque yo creo que la idea de transcendencia la tenemos todos los seres humanos. Quizá ninguno de nosotros haya tenido una experiencia fuerte, pero somos conocedores de lo trascendente de una manera o de otra. Asimismo, tenemos el arte, que es algo muy cercano a la mística . Los que nos dedicamos a trabajar con el arte buscamos dentro de nosotros mismos y de creer en la verdad que hay en lo que encontramos. Así que, en realidad, ha sido una cuestión de buscar dentro de nosotros mismos experiencias de lo sagrado.

¿En qué ha consistido su labor como directora de escena?

-Mi mayor reto ha sido crear una evolución. En las obra de teatro hay que pasar por varios momentos de clímax para que no sea una cosa monótona y aburrida. Para que el espectador entre en la atmósfera tiene que haber giros. En este caso no son giros dramáticos sino poéticos. Es decir, he cogido los poemas seleccionados por Raúl y he buscado la mejor manera de presentarlos. Los actores y yo hemos trabajado el significado de cada poema por sí mismo y su sentido en el conjunto del espectáculo, hemos hecho un reparto de voces, hemos reflexionado sobre la experiencia que deseamos aportar al espectador, etc.

¿Cómo definiría usted la experiencia mística?

-Santa Teresa decía que el cielo lo tenemos que buscar dentro de nosotros mismos. Esto es la mística, una búsqueda de lo divino dentro de uno mismo. De lo divino entendido en sentido amplio, no el hombre viejo de barba blanca. La mística aparece en todas las culturas, asociada a todas las religiones pero sin ser una religión, pues esta es una experiencia de la comunidad, mientras que la mística es una experiencia individual.

¿Qué aportación diría usted que puede hacer el sentido de trascendencia a la sociedad?

-Pues ahora, en los tiempos de la pandemia, que estamos viviendo con tanta incertidumbre, a mucha gente le ha pasado que se ha puesto a reflexionar sobre el sentido de la vida y de las cosas. Esta reflexión es una experiencia muy directa de la trascendencia. Es verdad que, como dijo Nietzsche, Dios ha muerto, pero lo que ha desaparecido es una mera de entender la religión, de entender el mundo, pero el pensamiento mágico, que es propio del ser humano, no ha desaparecido. Han surgido ahora muchas corrientes nuevas de espiritualidad, y muchos hombresy mujeres practican la meditación.

Volviendo al recital, ¿Cómo fue la invitación al festival de Olite?

-Cuando estrenamos el recital en el teatro de la comedia invitamos a distintas personas, entre ellas al director del festival de Olite, al que le encantó. A pesar de que había muchos prejuicios del tipo "a quién le va a gustar la mística hoy en día", el publico también salió muy contento. Yo creo que es precisamente por esa necesidad de trascendencia grande que tenemos hoy en día.

Con tanto éxito estarán confiados de triunfar en el festival...

-Hombre yo espero que guste. Va a ser muy interesante ver como suenan los versos en Olite, uno de los pocos festivales que siguen en pie tras la covid. Después de tantos meses de clausura (porque el confinamiento es una forma de clausura, como las conventuales) yo creo que el público va a recibir los poemas de una forma distinta, de una forma especial.

¿Después de Olite, van a seguir representando el recital?

-Nos gustaría mucho, pero el coronavirus ha acabado con muchas estructuras y está todo muy incierto. Ojalá que sí, porque teníamos alguna otra función pero se han suspendido. No sé que pasará, pero tenemos mucha ilusión en seguir.