Antoine de Saint-Exupéry, conocido mundialmente como autor de ElPrincipito, fue un audaz piloto de una línea postal en los años 30 del pasado siglo que vivió innumerables aventuras sobre las que escribió varios libros que llegaron al cine, facetas desveladas en un cómic de Cédric Fernandez y P.R. Saint-Dizier.

En Saint-Exupéry, los autores descubren aspectos apenas conocidos de su vida, como que vivió 18 meses en un fuerte español ubicado en el actual Marruecos, que participó en arriesgados rescates de aviadores perdidos, que su novela Voldenuit fue llevada al cine con Clark Gable de protagonista e inspiró un perfume, o que hace 20 años se halló en el mar el avión que pilotaba cuando fue derribado por un caza alemán durante la II Guerra Mundial.

“Saint-Exupéry fue explorador con la compañía Aeropostale, arriesgó su vida volando sobre los desiertos, rescató a otros pilotos retenidos como rehenes por los tuaregs, atravesó océanos con aviones poco seguros, buscó a compañeros accidentados en los Andes, participó en la II Guerra Mundial...”, resumió Fernandez, que espera que el lector aprecie el placer que supuso a los autores realizar la obra.

Sobre el arriesgado tipo de vida que llevaban Saint-Exupéry y sus compañeros, Fernandez señaló que, por sus escritos, se desprende que era “el ansia de aventura lo que empujaba a los pilotos a hacer esas expediciones”, en las que “tenían una verdadera sensación de libertad y de soledad, lejos del tumulto de las ciudades que conocían en Francia”.

Cédric Fernandez indicó que para este género “la documentación es esencial, la parte más ardua del trabajo”, pues significa consultar los escritos del autor, textos de referencia o fotos de archivos, lo que en su caso fue facilitado por la Fundación Saint-Exupéry, algo que les ha permitido “acercarnos al máximo a la realidad”.

El autor reveló que “todos los personajes, objetos o vehículos que aparecen en el cómic son reales”, y que incluso dibujó tal como era el modelo de reloj que llevaba Saint-Exupéry.

El cómic incide en la gran relación del autor de ElPrincipito con el mundo hispano, pues “atravesaba España regularmente cuando hacía la línea Toulouse-Cap Juby para la compañía Aeropostale y aprendió español para comunicarse con los soldados del fuerte en Cap Juby”.

Posteriormente, residió largo tiempo en América del Sur, donde conoció a su esposa, la salvadoreña Consuelo Suncín. Además, Saint-Exupéry estuvo dos veces en España en 1936 y 1937 para trabajar como periodista escribiendo sobre la Guerra Civil.

“Hacia el final de su vida, Saint-Exupéry sufría depresión. Muchos han dicho que se habría dejado abatir por el piloto alemán sin tratar de escapar, pese a que tenía un aparato más rápido; no sabremos qué pasó por su mente cuando vio el avión alemán lanzarse sobre él”, indica al respecto el dibujante.

“En nuestro álbum hemos intentado transmitir la melancolía que sintió en sus últimos años, en oposición a la alegría de sus inicios, cuando tenía amigos”, y para ello intercalan escenas de los últimos instantes de Saint-Exupéry con frases con las que concluye ElPrincipito.