Civivox Condestable acoge la exposición Relieves y escultura, de Iñaki Zaragüeta , una muestra en la que juega con la madera, los relieves y el color, a los que une la geometría y la abstracción. Estará abierta al público hasta el 6 de noviembre de lunes a domingo de 9.00 a 14.00 y de 17.00 a 22.00 horas.

La muestra recoge la obra de Zaragüeta realizada durante los últimos tres años. Principalmente son cuadros de cuatro tamaños diferentes a los que se unen cuatro esculturas. Los cuadros son todos cuadrados y con cuatro tamaños diferentes: 60x60 cm, 90x90 cm, 120x120 cm y el grande 180x180 cm. Las esculturas tienen un metro de altura aproximadamente. Para la elaboración de los cuadros utiliza diferentes maderas ensambladas sobre bastidores del mismo material. Finaliza el proceso coloreando o aplicando pátinas o cera. El objetivo del artista es “crear una sensación de orden y sencillez, utilizando los relieves o el color sobre la base de dibujo geométrico”.

En toda su obra, algunos los denominadores comunes son la abstracción y las referencias constructivas, fruto de la trayectoria como interiorista y decorador del autor, y con las que busca, según sus propias palabras, “el orden en la composición y el volumen”. La geometría y el juego con las líneas son notas características de las piezas, en las que Zaragüeta utiliza texturas, relieves y también color hasta lograr paisajes de madera que evocan composiciones arquitectónicas.

Del interiorismo al arte Nacido en Pamplona en 1940, Ignacio Zaragüeta realizó estudios en la Escuela de Artes y Oficios de la capital navarra, y en los años 70 recibió clases de grabado y pintura del artista pamplonés Antonio Eslava. Profesionalmente se ha dedicado durante años al interiorismo y el diseño de mobiliario, al mismo tiempo que realizaba croquis, maquetas y dibujos artísticos, que finalmente comenzó a materializar en los años 80. En esa época instaló un taller en su casa para poder fabricar sus obras, utilizando siempre la madera como material preferente. “He estado muchos años intentando hacer escultura, pero por la cuestión de que uno tiene que trabajar para vivir, hasta el final de mi época laboral no he podido dedicarme a esto, que es lo que de verdad me divierte”, explicaba el artista con motivo de la exposición Más madera que protagonizó en el Polvorín de la Ciudadela en 2014. Entonces también comentó que no le atrae demasiado el realismo, y que cuando ve que en una de sus obras está tendiendo a la figuración, intenta “desdibujar”. “No me interesa demasiado plasmar la realidad de las cosas”, dice. Lo que busca es “un resultado armónico, limpio”.