- La Fundación Caja Navarra ha fallado la primera edición de sus Premios de Poesía para jóvenes menores de 35 años. Así, la madrileña Blanca Berjano (33 años) y su obra La barrera más bonita del mundo ha obtenido el reconocimiento en castellano, mientras que el vizcaíno Jon Ander Urkiaga (33 años) y su obra Bizia min consigue el galardón en euskera.

Con la creación de estos premios de poesía para jóvenes, la Fundación Caja Navarra persigue el objetivo de fomentar la cultura y promover la creación literaria. Por esto, la Fundación abrió este certamen para personas menores de 35 años. El premio de cada una de las categorías es de 2.000 euros, además de la publicación de las obras en el plazo de un año a través de la editorial Luces de Gálibo. Esta segunda parte es realmente importante, ya que persigue el objetivo de que el talento joven pueda tener oportunidad de publicar sus obras.

En el caso del premio en lengua castellana, el jurado, compuesto por Jesús Aguado (poeta, traductor y antólogo) y Myriam Reyes (poeta, videocreadora y traductora), valoraron de manera muy positiva la cantidad de obras presentadas (un total de 108) y la calidad de los 10 finalistas escogidos. Además de la procedencia de distintas comunidades autónomas de España, llegaron obras desde Cuba, Colombia, México, Argentina, Venezuela, Chile, Alemania, Italia, Uruguay, Ecuador, Nicaragua y Perú.

La obra de Blanca Berjano, La barrera más bonita del mundo, es un libro de denuncia doble (por un lado, la expoliación de los países africanos por parte del hombre blanco y, por otro, de la condición histórica de la mujer).

La conciencia de la otredad, vivida como invitación a la transversalidad y como toma de partido frente a las enormes injusticias que continúa produciendo nuestro modelo de civilización, vertebra las tres partes del libro. Y también la reivindicación de un feminismo rabioso pero esperanzado que no teme enfrentarse a los tópicos (la mujer como guerrera, como hermana, como loba, como bruja o como prostituta) para desnudarlos de inercias hermenéuticas y de malentendidos.

El hecho de que se sitúe en una isla, un espacio geográfico al tiempo que mental o simbólico, le da un sesgo especial. Un poemario, en definitiva, valiente (por los temas que aborda y por los recursos retóricos y filosóficos en los que se apoya), riguroso, bien escrito y muy necesario en los tiempos que corren.

En la modalidad de euskera, el jurado, compuesto por Kepa Murua (escritor, poeta, narrador y ensayista) y Ángel Erro (escritor, poeta y traductor) propuso la obra Bizia min, de Jon Ander Urkiaga.

El jurado destacó que la calidad media de los trabajos presentados ha sido buena. Entre ellos, eligió Bizia min por su habilidad de aunar diferentes tradiciones poéticas y por la delicadeza y contención que muestra en la expresión del sentimiento, en la que habla de la pérdida de su padre.