Fecha: 14/11/2020. Lugar: Baluarte. Incidencias: Concierto retransmitido en directo por streaming sin público en el auditorio. Maialen Gurbindo (voz y guitarra) y Leire Celestino (piano).

n pasito pa'lante, un pasito pa'trás, así caminamos con esta maldita pandemia. Tan pronto aparecen buenos augurios en forma de vacunas como asistimos impotentes a la dolorosa agonía de la hostelería. Algo parecido sucede con el mundo de la cultura: si durante el verano se dio una autentica lección de cómo celebrar eventos con absoluta seguridad, ahora se suceden los aplazamientos y las cancelaciones. Ante esa situación, Chica Sobresalto ofreció el sábado un concierto por streaming desde Baluarte.

La habíamos visto en la Ciudadela hace pocos meses; el concierto de Baluarte era con el mismo formato dúo, aunque no estuvo exento de novedades. La primera tuvo que ver con la escenografía, que emulaba la intimidad de un dormitorio. Cuando las cámaras iniciaron la conexión, Maialen estaba tumbada sobre la cama, aunque rápidamente se incorporó al son que Leire Celestino marcaba con su piano. Proyecto sobresalto fue su forma de dar la bienvenida al público que disfrutaba de la actuación desde el otro lado. Siguieron con un repertorio similar al que ofrecieron en la Ciudadela, aunque esta vez, sin el griterío de sus fans, resultaba más sencillo concentrarse en los detalle de su música. Recordemos que en su cita veraniega las entradas se agotaron con inusitada rapidez (hubo que ampliar el aforo) y más de seiscientas personas rugían y celebraban cada canción. La enorme energía de entonces fue sustituida por la elegancia y la delicadeza del Baluarte vacío. En medio de tanta quietud, hubo tiempo para deleitarse con el piano de Leire, que unas veces sonaba clásico (Mis desastres y tus botas), y otras lo hacía saltarín (Mejor que nadie). En ese primer tramo, la solemne O2 volvió a brillar con luz propia, tanto por la letra como por la música (se trata de una balada excelente, aunque su autora quite hierro al asunto definiéndola como "de amor Disney").

Después de su versión de Lonely boy, de The Black Keys, las dos músicas se sentaron al borde de la cama para, tras un intermedio teatral con conato de charla filosófica, quedarse sola Maialen e interpretar cuatro temas a guitarra y voz (Selección natural, Lo que se mueve, Perdóname, cuerpo y Oxitocina). Cuando regresó Leire acaparó todo el protagonismo instrumental con dos preciosas interpretaciones al piano (La melodía y Sargento de hierro, de Morgan), en las que Maialen se desprendió de la guitarra y demostró que el instrumento que mejor maneja es su propia voz, absolutamente letal si se lo propone. En la última parte llegaron las novedades respecto a la actuación de la Ciudadela (Navegantes, Menosperdida, y Chico efervescente), aunque volvió a elegir el mismo broche final, Fusión de núcleo, tema que, por cierto, acaba de ser editado como single con la producción de Santos y Fluren (Love of Lesbian, Quique González, Sidonie). Esperemos que todo vaya volviendo a la normalidad (la nueva no, la de siempre), y la próxima vez que veamos a Chica Sobresalto sea en una sala con público.