- Joseba Sarrionandia ha completado la trilogía Habanako gaukaria, una suerte de diarios que escribe desde la capital cubana donde reside, con Gauzak direna balira (Si las cosas fueran lo que son), un ensayo experimental con el que trata de entender el mundo que le rodea que "está como si se hubiera perdido en el Orinoco".

El escritor Joseba Sarrionandia habló ayer del último volumen de su trilogía, editada por Pamiela, a través de un vídeo de unos 15 minutos grabado en Cuba, donde reside desde hace más de tres décadas tras su fuga, en 1985, de la cárcel de Martutene en un altavoz tras un concierto del cantante Imanol.

El responsable de la edición del libro, que sucede a Bizitza es de arriskutsua(¿No es peligroso vivir?) y Airea ez da debalde (El aire no es gratis), ha sido Fernando Rey, que ha glosado el volumen como un "ensayo particular" escrito en un euskera "rico tanto léxica como sintácticamente".

Bajo el formato de diario con entradas fechadas entre el 1 de enero y el 28 de abril, Sarrionandia ofrece al lector en forma de "microreflexiones" sus impresiones sobre acontecimientos políticos actuales, filosofía, vivencias, asuntos históricos, el euskera e incluso de la pandemia de covid-19.

Así figuran entre los apuntes que componen el libro algunos dedicados a hechos puntuales como la elección de Miguel Díaz-Canel como presidente de Cuba, la muerte de Ernesto Cardenal, la salida de Bernie Sanders de la batalla por la presidencia de Estados Unidos y otros asuntos recurrentes como el esclavismo y el canibalismo, como "símbolo" de la política.

El diario "es un método para escribir ligado al calendario", pero en este caso no se trata de un "diario íntimo" sino de un "experimento" para tratar de entender el mundo, señaló Sarrionandia, que defendió que aunque los géneros literarios tienen sus condiciones "es mejor abordarlos con libertad".

Sarrionandia (Iurreta, Bizkaia 1958) comparó el trabajo literario con la búsqueda de antiguos exploradores como Alvarado, Orellana, o Lope de Aguirre con "El Dorado", un empeño que funciona como "algo que no se encuentra, que no es un punto fijo", indicó.

"La sociedad se ha complicado y ahora parece que estamos perdidos en el Orinoco, buscando un punto imaginario, una utopía. Pero el placer reside en esa búsqueda", indicó el autor que incluye también esas pequeñas historias de la vida cotidiana en su último libro.

Durante su intervención, Sarrionandia reivindicó que el hecho de escribir en euskera le hace sentirse "parte de una comunidad", algo que ha considerado "un privilegio", y remarcó que el "tesoro de la lengua" no está "escondido e una cueva" sino en los "labios" de los hablantes.

Sarrionandia aludió también a la vida en La Habana que "se ha complicado" y se ha convertido en una "especie de selva" en la que suceden sorpresas "todos los días". "En Euskadi se pueden hacer planes para un año, pero en Cuba no son válidos para mas de un día".