oloafrontar esta situación de emergencia con “una actitud positiva” y mucha música nos salvará del desastre. Ese es el mensaje de Gatibu en el noveno disco de su carrera, que presentan en esta Azoka virtual. Lleva por título Musikak salbatuko gaitu y ofrece media docena de canciones de ritmos diversos y una gran carga hedonista y bailable, a las que añaden alguna crítica implícita. “Es fruto de las circunstancias, de la pandemia. Nuestra pasión por la música no se puede confinar”, según los vizcaínos, que han contado con la colaboración de Eñaut Elorrieta y Kirmen Uribe.

“Euskaraz abesten dugu, rocka jo-tzen dugu”. ¿Queda claro? Son Gatibu y lo han demostrado en las dos últimas décadas, convirtiéndose en el grupo de rock euskaldun más seguidos de Euskal Herria, con permiso de los ya extintos Berri Txarrak. Veinte años de múltiples lugares, hostales, maletas, problemas y alegrías. Y mucha música… y toneladas de positividad, como demuestran en su regreso a la Azoka con un nuevo trabajo.

Un disco que no estaba previsto. De hecho, el grupo estaba volcado en la celebración de su 20º aniversario con una gira que incluía un concierto especial en Miribilla, con sorpresas e invitados. La pandemia hizo saltar todas las previsiones por los aires. “Vivimos la situación con tristeza porque teníamos la mirada puesta en el concierto y estaba todo diseñado al mínimo detalle. Hubo que aplazarlo, lo que anímicamente resultó duro”, relata Haimar Arejita, el guitarrista del grupo.

“Tras unos días tristones, miramos al futuro con optimismo y pensando que se podrá hacer ese concierto espectacular más tarde o más temprano”, prosigue Haimar. Tras varios conciertos en condiciones extrañas en los últimos meses, en formato de dúo y acústicos, sus cuatro miembros decidieron seguir adelante. La pandemia “no ha podido confinar nuestra pasión por la música”, explica Haimar.

El resultado es Musikak salbatuko gaitu, el cuarto EP consecutivo que publica el cuarteto, abonado este formato mediano tras Zazpi kantoietan, Euritan dantzan, Aske maitte, aske bizi y Azken indioak. Y cuenta también con un productor externo, al igual que el precedente, que la banda grabó en Estados Unidos, en los estudios Sonicranch de Texas, con Santi García. Ahora, mediatizados por las restricciones de movimientos, han decidido irse a Cataluña, a La Casamurada, y ponerse a las órdenes del productor Ricky Falkner, a quien seguían por el sonido logrado en trabajos de Berri Txarrak y Ken Zazpi, entre otros.

“El disco es fruto de las circunstancias, no estaba previsto hacerlo sino girar y hacer conciertos grandes para celebrar el aniversario. Habíamos hecho una canción previa para conmemorarlo y no pensábamos componer más, pero vino lo que vino y solo nos quedaba hacer canciones”, explica Haimar, que reconoce que hubo dudas sobre la conveniencia de seguir o parar.

“Las hemos tenido, al igual que muchos compañeros de oficio, en esta situación de incertidumbre en la que la cultura vasca ha sufrido un grave golpe. ¿Era lo mas conveniente callarse y esperar a que la situación mejorase o componer y seguir adelante? La duda -explica el guitarrista- nos duró poco porque creemos que la música nos salvará de esta situación de emergencia. Es la música, es crear y compartir nuestra canciones junto a nuestros aficionados lo que nos hace sentirnos vivos de verdad”, apostilla.

El nuevo disco abre “nuestro abanico sonoro”, según el grupo, y destila un fuerte sentimiento de esperanza desde el tema que lo titula, que incorpora aires de rock latino. El repertorio tiene en Egurre emon el single, una canción entre el pop y el rock cuyo mensaje podría definirse en la palabra resiliencia, y ofrece también temas como Zure bila, una balada electrónica que se acaba transformando en una fiesta bailable y funk; Zure ahoan lore bat, con participación de Eñaut Elorrieta y recitado de Kirmen Uribe en defensa del euskera; el medio tiempo Egunero y la ya conocida Bixotzetik.

Tras decidir continuar, Gatibu lo tuvo claro: tenían que editar en Durangoko Azoka. “Es la fecha indicada, tanto estratégica como sentimentalmente”, explica Haimar. “Es verdad que no es una edición normal, sino virtual. De una u otra manera, ahí estamos”, aclara el guitarrista de Gatibu, que ve “la música como un salvavidas”. A él se aferrarán en la inminente gira, que el jueves 10 pasará por Ondarroa, viajará a Iruñea el sábado 19, a Donostia el 28 y, ya en enero, pasará el día 9 por Bilbao, por Euskalduna Jauregia.

Gatibu está inmerso en la celebración de su 20º aniversario con una gira que incluirá un concierto especial en Miribilla

“La pandemia del coronavirus no ha podido confinar nuestra pasión por la música”, señala Haimar Arejita, guitarrista del grupo