Sonrisa por delante. Vinieran mal o bien dadas. Eras su segundo disco en solitario. Su gran apuesta. Se había dejado la piel en ello, aunque suene a tópico. Pero es que Boni no sabía hacer las cosas de otra manera. Casi no hacía falta ni preguntar... soltaba todo a borbotones. Si la pasión es el mínimo exigible... Boni doblaba la apuesta. No entendía el rock de otra manera. Ni la vida. Ni la generosidad

Centrándonos en el disco, El erizo es el primer single elegido, un animal que en cuanto se asusta o se enfada saca las púas a relucir, ¿así se muestra Boni en este disco?

-Este es un tema en el que quise que Kutxi pusiera su manera de saber correr sobre el papel con las palabras. Y me presentó El erizo, y dije: “Mira que bien, ya tengo un erizo y un lobo (Lobo malherido)”. Y además los he puesto los dos seguidos y en primer lugar. Cuando fuimos a rodar el vídeo, le dije a Kutxi que podía interpretar su tema de manera muy poética pero que quería saber cuál era su concepto. Y me explico algo que me gustó mucho. “Es como somos. Nos mostramos fuertes por fuera, con los pinchos, pero boca arriba somos blanditos, débiles y blanquitos”. Y es posible que los rockeros también seamos así, duros por fuera y blanditos por dentro. Es un tema muy de pisar tierra.

Cuáles son las referencias de Boni respecto a Marcos Ana para homenajearle, precisamente, con ese Lobo malherido.

-Yo me enteré tardíamente de su existencia. Pero el homenaje nace de cierta indignación porque son personajes que se quedan en el olvido de la historia, reconocidos por un grupo reducido de gente. Y, sin embargo, a Martín Villa le dieron una medalla oficial, cuando, según mi manera de pensar, es uno de esos personajes negativos. Marcos Ana, sin embargo, ha peleado sin ningún tipo de ayuda, de forma natural, sin querer dejar ninguna impronta en la vida o que su nombre figure en grandes carteles. Además, es un personaje que me dejó muy flipado por el tipo de vida tan convulsa que llevó, ya que fue uno de los presos con más años de prisión durante el franquismo. Y, sin embargo, a pesar de eso, el carácter que tenía, ya no desde el punto de vista político, era muy humano con sus compañeros de talego. Una vez salió, se dedicó a viajar por el mundo pero sin ningún rencor, y mira que podía haber tenido motivos... Me gustó mucho todo eso, además de que es poeta, claro. Por todo eso, una de las frases de la canción dice: “Ahora lo tienes delante”. Es decir, son personajes que quizá caigan en el olvido pero, si quieres, lo puedes tener delante como ejemplo claro de lo que necesita no solo este país sino el mundo: personas sin afán de revancha sino de construir. Y, para mí, eso es una manera de ser creativo.

Ya desde el primer tema del álbum sorprende el Boni con el uso de unos coros a los que no nos tenía acostumbrados, que además se convierten en una constante en casi todo el disco. ¿Se podrán trabajar en directo?

-Sí, de la manera que me lo permitan. Supongo que no quedarán con la misma intensidad que en la grabación pero es lo que tiene trabajar para intentar dejar un disco redondo. De entrada, las canciones ya venían con ese aire de coros, que en la grabación se ha reforzado y cuidado; en directo, la voz principal estará arropada por los músicos que tengo, algo que ya hemos probado y funcionan.

Despertar, concepto al que haces referencia de forma notable en este álbum, en su acepción más amplia, ¿es casi el mayor desafío al que se enfrenta tanto la música como la sociedad?

-Sí, porque yo creo que tenemos tal cantidad de información, algo que por una parte esta muy bien porque te enteras de lo que pasa en la otra esquina del mundo, pero, por otra, es tanta y tan brusca que nos estamos como anestesiando o acostumbrando a oír de todo. Ya no nos escandaliza que crucen la patera 20 personas y solo lleguen dos, lo hemos normalizado. Hay que despertar ya no para hacer una revolución pero sí por lo menos para no tolerar este tipo de historias. Me parece vergonzoso, por ejemplo, que a estas alturas se tenga que reivindicar la igualdad de la mujer; y fíjate que yo me he criado en una sociedad machista, pero es que me parece inconcebible que se tenga que pelear por esto cuando debiera haber estado resuelto hace muchos años; y ahí el hombre tiene mucho que ver y que hacer. Y como esto, muchas otras cosas, de forma que, cada uno, individual y colectivamente, creo que puede hacer muchas cosas.

Tras escuchar la canción Chulo, uno casi se imagina al Boni en los ochenta, es el vistazo más evidente a aquel rockero que daba sus primeros pasos, con frases como “moviendo la cadera” y palabras como “fetén”.

-(Risas). Y son palabras empleadas de manera muy consciente. Además, Chulo no lo empleo con el significado de mirar por encima del hombro sino como un chute de ánimo, un antidepresivo; refleja al actitud de “si no me animo yo, no lo va a hacer nadie”. Una actitud muy rockera.

Boni ha tenido que pisar suelo para afianzar su carrera en solitario casi desde el principio, ¿qué ha sido lo más duro?

-Tiene tela... Lo más duro, yo que he formado parte de una banda, ha sido precisamente formar ese grupo. No me ha resultado duro ir a una sala y ver no mucha gente, porque siempre ha sido la suficiente como para que quedara justificado el viaje. No me puedo quejar en ese aspecto y además estoy bregado, porque con Barricada vivimos tiempos muy buenos pero de algún sitio habían salido... A mí lo único que me daba miedo era si mi edad respondería a ese envite. Pero cuando voy a tocar me sigo encontrando igual; hay que reconocer que ya tienes unos años, no das los saltos de antes o te vas de marcha como antaño, pero la apetencia es la misma y te sigue gustando estar en directo. Mientras tenga ganas estaré peleando por estar en una sala o en un festival.

Ahora todo gira alrededor de tu cabeza, la presión es mucho mayor pero la satisfacción imagino que también, como dices: “Ingenuo en tu quimera, rebosante de ilusión y siempre preparando la trinchera”.

-Así es. En este oficio, como en casi todos, si no estás satisfecho, no sigues, o te vas hundiendo poco a poco si no haces las cosas a gusto. Ante todo sigo teniendo ilusión y estás atrincherado no para defender sino preparado para lo que venga. Y si no quieres seguir, hay que dejar el camino a los que vienen detrás.

El álbum se cierra y se titula con Réquiem por el mundo, pero, sin embargo, si este disco es algo, es positivo, despacio o corriendo, quejándose con razón, corazón, pero apostando por disfrutar todavía de muchos detalles.

-Ya sabía que la palabra réquiem sonaba fúnebre y no incitaba a la alegría, pero, sinceramente, creo que el mundo se merece muchas veces una sintonía tan siniestra como un réquiem, sobre todo cuando la religión ocupa buena parte de la cabeza de esta sociedad. Pero, por otra parte, este lado negro que he querido resaltar lo llevo hacia el concepto de despertar que apunto en Lobo malherido, hay que darse cuenta de que la vida es lucha y hay que ser positivo. De hecho, esta canción surge de cuando mis hijos me preguntaban sobre temas espinosos.

Barricada. Noche de Rock & Roll (1983) Barrio conflictivo (1985), No hay tregua (1986), No sé qué hacer contigo (1987), Rojo (1988), Pasión por el ruido (1989), Doble directo (1990), Por instinto (1991), Balas blancas (1992), La araña (1994), Los Singles (1995), Insolencia (1996), Salud y rocanrol (1997), Suerte(B.S.O.) (1997), Acción directa (2000), Bésame... (2002), Hombre mate hombre (2004), Latidos y mordiscos (2006), 25 años de rocanrol (2008), La tierra está sorda (2009), En la memoria (2010), Flechas cardinales (2012), Quedan caminos por recorrer (2012) y Agur (2014).

En solitario. Peligroso Animal de compañía (1992), Incandescente (2015) y Réquiem por el mundo (2108).