'El Conquistador del Caribe' dio el pistoletazo de salida ayer a su decimoséptima edición con una exigente prueba de inmunidad en la que el equipo verde Atabey, el de las chicas, dio un repaso al resto y se alzó con la primera ikurriña. El capítulo culminó además con la primera expulsión del programa, la del donostiarra Arruti, que de un día para otro tuvo que volver a tomar el avión en República Dominicana, esta vez rumbo a casa.

Los concursantes tenían que nadar en esta primera prueba hacia unos cayucos, remar hacia la isla de las Caracolas, en el Parque Nacional de los Haitises, saltar al agua desde una altura de 17 metros, nadar para recoger comida y bebida en una plataforma, volver a nadar, y subir por una red de 27 metros. Bego, Andrea, Nerea y Nahia fueron las únicas que lograron subir. Nahia Valencia y Ester Gallardo, dos de las navarras que participan en la primera edición, pudieron disfrutar gracias al triunfo, con el resto de sus compañeras, de las comodidades del campamento rico, con zona chill-out, a la orilla del mar y dormitorios en un barco varado.

La sorpresa la protagonizó el equipo rojo, Yocahu, a priori el mejor preparado físicamente para estos retos, pero que a la primera oportunidad la pifió penosamente. Al subir todos al cayuco la embarcación se les llenó de agua y acabó sumergida, sin posibilidad de avance. Aranda, el 'rubio del twerking', como le bautizaron las Atabaey, que además le declararon inmune, se sintió culpable de la derrota, y se prestó voluntario para ir al duelo, al igual que Patxi... No esperaban las noticias que Julian les tenía preparadas a su llegada al campamento muy pobre.

'El Conquis' siempre depara sorpresas, recalcó el presentador lesakarra, y anunció a los Yocahu que, en esta ocasión, sin duelo de eliminación de por medio, deberían entre todos elegir a un componente del equipo para echarle de la aventura, con el consiguiente desconcierto e indignación de los rojos. El navarro Beko, el de Goizueta, fue el primero en hacer pública su elección, no sin dudas. Arruti, el mochilero donostiarra cuya gran ilusión toda su vida había sido concursar en este programa, era el elegido "por falta de afinidad". Hasta 7 compañeros más refrendaron la decisión del navarro.

Arruti, que no se podía creer que la dirección del concurso tomara una decisión tan radical, llegó hasta Julian cabizbajo, triste y muy enfadado. No le pareció justo tener que irse de esta manera, sin la oportunidad de hacer un duelo, sin competir. Pero en esta ocasión no hubo purgatorio salvador y el mochilero tuvo que enfilar camino a casa, sin despedirse siquiera. Tal era su irritación. "Me parece una vergüenza tener que irme así, prefiero no decir nada", sentenció.

El programa sirvió además para evidenciar la importancia de alzarse con la victoria en las pruebas de inmunidad y evitar así la tortura de pernoctar en los campamentos pobre y muy pobre. El pobre, en el que durmieron los Corocote, con la pamplonesa Paloma Fernández entre ellos, es el mismo campamento muy pobre de la pasada edición, con un fastidioso desnivel que impide coger postura, mientras que el actual muy pobre es un auténtico cenagal en el que los rojos se hundían en barro hasta la rodilla. Así pasaron la noche, con los pies mojados y cubiertos de lodo. Una ubicación inundable y de difícil acceso en la selva húmeda que, sin duda, "hará su elección", avisó Julian Iantzi.