n ocasiones, el ritmo y la intensidad de los contenidos conducen al lector de poesía por caminos diferentes a los habituales y tal es el caso de las piezas de Reflejos del devenir, libro que Natxo Barberena presentó en noviembre del pasado año de la mano del sello R de Rarezas. De entrada, Acabo como inicio nos inicia, a su vez, en los viajes del autor tras la senda de la intimidad: "no, nada pasa si tú no quieres/siendo como es toda mi historia una nonada/acabo, sé con cierta convicción/ que mis propias certezas me llevan al acabose". Después, gracias al poema Añoranza, se abandona ese juego de palabras: "Añoro el sueño/largo y profundo/sin interrupciones ni compromisos/ya solo descanso en partes/un rato a la mañana y otro a la tarde/disfrutando más las horas/que el día me regala". Y así es como Barberena, arquitecto y pintor, conduce su otro barco, levantado por orden alfabético pese a ser, dicha opción, algo secundario, pues el valor de sus poemas se halla en la habilidad de su autor para captar la atención del lector. ¿Un ejemplo? "Tú eres dueña de tus decisiones/dueña para elegir/tú eres quien tiene que vivir/quien tiene que sentirse libre", final de Dueña de tu vida, pieza que vuelve a poner las cosas en su sitio cuando la mujer todavía debe reivindicarse. Afortunadamente, cuando se escribe con el corazón, "la poesía hermana a las personas y las hace también más humanas", tal y como, en el prólogo del libro, nos recuerda Arantxa Murugarren.

Autor: Natxo Barberena. Editorial: R de Rarezas, 2020. Páginas: 64.