Fecha: 20/03/2021. Lugar: Navarra Arena. Incidencias: Muy buena enntrada, prácticamente lleno, respetando los aforos y todas las normas sanitarias.

arece que la rueda de la cultura vuelve a girar. El sábado, sobre sesión en el Navarra Arena. Primero, Lil Russia, trío de Barcelona formado por las voces de Lil Russia e Isma.L186 además de un MC, Jahzmvn, que se encarga de disparar sonidos y hacer coros. Practican un hip hop sobre bases electrónicas, aunque parecen permeables a las músicas urbanas actuales (sobre todo el reguetón, más en las letras, los bailes y, de alguna manera, en el espíritu, con una cantante de mucha actitud al frente, que en el sonido, que no se sale de los cánones). Cantan letras en español y catalán que destilan rabia contra el sistema. Los viejos mensajes de la gente del barrio ("no quiero que los míos pasen hambre ahí fuera", cantaron en una de sus letras), que hace décadas sonaban a punk y a rock, y ahora suenan a hip hop. Cambian las formas, pero no el contenido. "Cogí la guitarra como quien podía haber / cogido el revólver de tener más valor / o simplemente menos sentido del humor", cantaba Loquillo en los ochenta. "Lo que a mí me salvo la vida fue la música", rapea Lil Russia treinta y cinco años después. Aunque no eran el principal reclamo para el público de la noche, salieron más que airosos a fuerza de rimas e interacciones con la audiencia.

A las ocho en punto comenzó la actuación de Lágrimas de Sangre, también catalanes y con un grandísimo tirón popular, como pudimos comprobar en los Sanfermines de 2017, en los que reventaron la plaza de los Fueros. El sábado les faltó muy poco para agotar las entradas del Navarra Arena; como hace tres años, el público se mostró muy entusiasta desde la primera canción. Neidos, Still Ill y Microbio se repartieron las voces y bailaron por cada milímetro de escenario. En su caso, también contaron con el apoyo de su MC, aunque su música resultó mucho más ecléctica. Hubo momentos de hip hop, pero combinados con otros en los que flirtearon con el reggae (Saber quién soy, plena de optimismo y vitalidad) o incluso con los sonidos más contundentes, cercanos a Ska P o Celtas Cortos en algunos tramos gracias a la labor del polivalente quinto músico en escena, que tocaba la guitarra eléctrica, los teclados, el bajo, la acústica... A mitad de concierto, de hecho, se quedó solo sobre las tablas para ejecutar un solo de guitarra que fue acompañado por las palmas del respetable.

Después del solo, regresó el resto del grupo y el Arena se llenó de mecheros para cantar todos a una Cuando sale el sol, uno de los cortes más celebrados de la velada. Hicieron honor a su fama de grupo combativo al alabar a Pablo Hasel y Valtonyc justo después de haber cantado que "la democracia es parte del problema porque a las minorías no respeta" (en Hijos del sol). Lo dicho, nada que los grupos punkis no hubiesen cantado décadas atrás. En el caso de Lágrimas de Sangre, a esa faceta suya revolucionaria unen otra bastante más amable, casi hippy, como hicieron en La gente. Visto lo visto, la mezcla de amor y odio les funciona a las mil maravillas.