A pesar de la reducción de aforos y de funciones, de la merma en ingresos, del adelanto de horarios para cumplir con el toque de queda y de las dificultades de ensayar con mascarilla, los profesionales del teatro aseguran que en su Día Mundial “hay mucho que celebrar”.Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, Lola Blasco, dramaturga y actriz, el productor teatral y presidente Academia de las Artes Escénicas de España, Jesús Cimarro, y la joven dramaturga Eva Mir cuentan a Efe cómo se enfrentan a este día, que se conmemora hoy, después de un año “durísimo”, en el que el teatro ha tenido que “reinventarse”.

“No nos queda otra que ser optimistas, y además hay motivos teniendo en cuenta la que está cayendo. En España el teatro ha logrado resistir el envite y está volviendo a recuperar una cierta normalidad, con las lógicas limitaciones en los aforos para garantizar la seguridad”, comenta Joan Matabosch.

El productor teatral Jesús Cimarro (Vizcaya, 1965) asegura también que hay mucho que festejar. “Hay que celebrar la inmortalidad del teatro, que el público sigue viniendo y nos demanda que sigamos adelante, que los actores, directores, autores y toda la gente que hacemos teatro estamos aquí para seguir creando espectáculos que nos hagan soñar”. En la misma línea se manifiesta la actriz y dramaturga Lola Blasco (Alicante, 1983), que ha estrenado cuatro obras teatrales en los últimos meses: la ópera Marie, Mujercitas, Héroes en diciembre y Música y mal. En un año tan “durísimo” siempre hay que encontrar “motivos para celebrar”. Para Eva Mir (Valencia, 1996), Premio para Autores Noveles Calderón de la Barca 2019, que los teatros estén abiertos ya “es digno de celebración. Hay que celebrar sobrevivir cada día”, y asegura que el adelanto de las funciones para ajustar su finalización al toque de queda “no es motivo de queja”.

El Real es el único teatro de ópera del mundo que se ha mantenido abierto tras el confinamiento total, adaptándose a las normas sanitarias, incluso para acoplar orquestas grandiosas como en el caso del estreno de Siegfried, que reunió a cerca de 100 músicos.

“Ha quedado demostrado que no es imprescindible cancelar la actividad para garantizar la seguridad”, señala Matabosch (Barcelona, 1961), quien indica que hay soluciones imaginativas para atender las demandas artísticas de cada producción.

“Mantener el teatro abierto con plenas garantías de seguridad es muy complicado, pero no imposible”, esgrime. Cimarro dice que los patrones de consumo del público no han cambiado, aunque la venta anticipada “no funciona como antes; se venden más entradas a última hora en taquilla”, una circunstancia que vincula al hecho de que el espectador no hace planes a largo plazo. “El público no ha tenido más remedio que adaptarse a la situación marcada por las autoridades sanitarias, y eso significa salir menos y elegir muy bien”, dice el productor, y añade que las salas cuentan con todos los protocolos para garantizar la seguridad del espectador.

Eva Mir resalta que durante este año el teatro ha sabido “reinventarse. Hemos sacado lo mejor de nosotros”, dice al hacer referencia al uso de las redes sociales y el streaming. Aunque señala que ha llegado el momento de “ser críticos. A la cultura no la ha maltratado la pandemia, ya estaba maltratada”. También Blasco, Premio Nacional de Literatura Dramática 2016, se muestra tajante con la “dejadez absoluta” de los políticos hacia la cultura, y recuerda que en Francia las leyes “reconocen el trabajo discontinuo de los artistas. Somos muchas familias trabajando en este sector y se nos abandona”.

La dramaturga advierte de que el “concepto de artista” está “equivocado”, con él se hace referencia a los más reconocidos, con “buenos salarios”, que nada tienen que ver con los del teatro, que “vivimos de forma modesta. No hay ahorros para subsistir cuando surge un parón de esta índole”.

“La cultura también hace patria y si nos la cargamos, nos cargamos el país. No sé qué tiene que pasar para que nos tengan en cuenta”, señala Lola Blasco.

En este difícil contexto, los profesionales valoran, eso sí, que “el público está respondiendo”. “En cuanto la vacunación se extienda un poco más notaremos un entusiasmo renacido por vivir la experiencia teatral”, concluye Cimarro.

“Hay que celebrar esta inmortalidad, que el público siga viniendo y el teatro nos haga soñar”

Productor teatral

“A la cultura no la ha maltratado la pandemia, ya estaba maltratada por la dejadez de los políticos”

Actriz y dramaturga