Jordi Sánchez es muy conocido por su personaje de Antonio Recio. Pero su carrera va mucho más allá de La que se avecina. Es autor y actor de teatro. También escritor y en ello anda en las últimas semanas presentando Nadie es normal, un libro de relatos. Acaba de superar la covid después de pasar veinticuatro días en la UCI. Él cuenta en primera persona cómo ha sido esta experiencia.

¿Cómo se encuentra?

-Ahora estoy bien. Me he recuperado muy rápido. Ha sido muy desagradable estar mes y pico en el hospital. 24 días dormido con el coma inducido. Bah, ha sido duro para todos, pero sobre todo para los que estaban fuera.

¿Cómo fue el despertar?

-Confuso. Pero desperté muy deprisa, puse los pies en el suelo muy rápido. Estaba negro por salir a la calle, y salí. Dejé de comer papillas y de alimentarme por la sonda. Ahora estoy comiendo muchos arroces, torrijas y crema catalana. Un poco de todo.

¿Soñaba con algún plato especial para cuando saliera de ese túnel de pesadilla?

-Me apetecían unos huevos fritos. Para mí era un lujo pensar en ellos mientras me recuperaba. Pero pensé: "Jordi, sé sensato y empieza por una tortilla francesa y un puré de patatas".

Nadie es normal es el título de su libro. ¿Es verdad que no somos normales?Nadie es normal

-Es el título de una de las 46 historias. Este es un relato que habla de la obsesión que tenemos por encontrar la aceptación del entorno. Es un camino en el que dejamos de ser cómo somos para que los demás nos vean como uno de los suyos.

Un juego muy peligroso.

-Buscando esa aceptación, uno se queda sin hacer nada. Hay muchas más historias. Este libro habla de la vocación, del miedo de los padres a que los hijos no salgan adelante, el miedo al fracaso€ Hay relatos de ese miedo a envejecer que sentimos en un momento dado, del sexo. También cuenta las cosas que me pesan al salir por la tele.

Desde fuera se le ve más como actor que como escritor. ¿Qué se siente usted más escribir o actuar?

-Cuando llevo mucho tiempo trabajando en la tele o haciendo una peli, me apetece mucho encerrarme en casa con el compañero con el que escribo y dejar atrás los platós. Cuando estoy en casa un par de meses, me apetece el plató. Tengo la inmensa suerte de poder ir alternando. Actuar me produce unas sensaciones muy distintas a las de escribir. Escribir me parece muy liberador.

¿Por qué liberador?

-Porque en ese acto sueltas muchas de tus preocupaciones o inseguridades. Siempre digo que cuando alguien tiene un problema, lo mejor es escribirlo porque se le va a quedar la mitad en el papel. Pero esto a mí no me pasa con la interpretación.

¿Qué sensaciones le produce ser actor?

-Me divierte y me encanta. Son sensaciones diferentes a las de la escritura. Meterme en la piel de alguien es explorar territorios en los que tú habitualmente no vives.

¿Incluso meterse en la piel del abominable Antonio Recio?

-Ja, ja, ja... Incluso, incluso. Veo que no te gusta este personaje.

¿Cuánto más tiempo va a estar atado a Recio?

-Pues no lo sé. Creo que hay Recio para un rato más, pero no puedo asegurar nada. Llevamos catorce años haciendo la serie, aunque solo trabajamos en ella cuatro meses por temporada. Lo que ocurre es que Mediaset la pone en bucle en uno de sus canales. Siempre digo de Recio es que tiene todos los defectos concentrados en un solo señor.

Hay gente que sigue dudando de la covid€

-Me resulta difícil que alguien no se lo crea. Es verdad que hay quien dice que es una gripe más. Yo les puedo decir por experiencia, que no. Pero además, da igual que se le llame una gripe más o gripe 2. Está matando a mucha gente, está enfermando mucha gente...

¿Pensaba que le podía tocar a usted sufrir esta enfermedad?

-Tan fuerte no me la imaginaba. No me imaginaba estar ingresado en un hospital y que de pronto me dijeran: "Te vamos a entubar". Oír esa frase te deja fuera de combate. Cumplía con todas las normas y en la serie que estaba rodando nos miraban con lupa. Todos los lunes nos ponían el palito en la nariz, nos controlaban las temperaturas. Pero hay un momento en el que el actor se quita la mascarilla para rodar . Supongo que fue ahí donde yo pillé la covid.

Ha dicho que pensaba que su hijo se había muerto.

-Se llama delirio de UCI. Es más que una pesadilla. De una pesadilla te despiertas y ya, se ha acabado. De esto tú te levantas confuso y no sabes lo que ha ocurrido y lo que no. Tuve mucha actividad cerebral durante todo el tiempo que estuve en el coma inducido. En mis delirios pensé que mi hijo había muerto, que había que trasladarle a Barcelona. Fue terrible.

Pero cuando despertó...

-Es que me desperté convencido de que había sido así. Tardé un par de días en preguntarlo, yo estaba triste. Al principio estás como muy borracho. Fue un despertar horroroso, pero no pasó nada de eso, estamos todos bien. Un día, mi mujer me dijo: "Pero ¡qué dices! Si está bien". Ahí acabó la alucinación horrorosa de la que prefiero olvidarme.

Hablando del mundo real, va a dirigir una película.

-Sí. Es Alimañas. Viene de una obra de teatro que tuvo mucho éxito que se ha representado en muchos lugares. Es proyecto que más me anima y con el que estoy muy ilusionado.

Una comedia negra, en tiempos negros.

-Y tanto. Es la historia de unos hijos que están económicamente hundidos y que la madre los tiene más o menos esclavizados. Están deseando que la señora se muera.

¿Se ha tomado un tiempo de relax?

-Estoy bien. Ahora mismo estoy paseando por la montaña. Hago marcha nórdica. Estoy todo el día para arriba y para abajo. A mí me gusta mucho hacer barrio, ir a comprar, ver a gente...

"Me gusta escribir, 'Nadie es normal? es un libro de relatos que hablan de cosas que interesan a todo el mundo, pero tratadas con humor"