Desde el ámbito cinegético se lleva meses luchando por conseguir que el Gobierno de España no dinamite la progresión favorable que, en los últimos años, ha experimentado la población de la tórtola común en todo el país. Las cifras que hay encima de la mesa (aportadas por la formación ecologista SEO/BirdLife) indican que el número de ejemplares ha frenado su descenso desde el año 2013, una realidad que, según la Real Federación Española de Caza (RFEC), el Ejecutivo central se niega a aceptar, dando por perdido el trabajo realizado en pro de la especie, desarrollado tanto por los gobiernos regionales como por los gestores de los cotos.La situación de esta ave, subraya el colectivo cinegético, se ha logrado revertir gracias a medidas como la reducción de días hábiles, capturas y cupos (en Navarra, por ejemplo, en el 2020 se limitó la caza a cuatro jornadas), así como por proyectos que el sector lleva realizando desde hace tiempo. Del mismo modo, denuncian que los grupos animalistas no cesan en su empeño de promover iniciativas populistas, oportunistas e ideológicas, cuyo único propósito es prohibir la caza, obviando las consecuencias nefastas que este hecho depararía para la tórtola.

Diversos expertos e investigadores en esta materia se dieron cita recientemente en la I Jornada Monográfica sobre la Tórtola Común, en la que se sentaron unas conclusiones que exponen la necesidad de que estas iniciativas en torno a la gestión cinegética de la tórtola no se abandonen y, más incluso, que sea el propio Gobierno español el que lidere con un criterio unificado una estrategia de conservación, en la que esté incluida también su caza sostenible. De hecho, se llegó a considerar que la gestión resulta actualmente “esencial” para que la especie perviva y se garantice su futuro.

Además de la opinión de los investigadores, responsables de federaciones autonómicas de caza y de la propia RFEC reclamaron al Ejecutivo que valore el esfuerzo y la labor que los cazadores han ejecutado en los últimos años para propiciar la correcta conservación de la tórtola. En este sentido, avisan de que se están enfrentado dos realidades contradictorias, ya que, por un lado, está la evidencia avalada por las cifras de que la tórtola posee una población abundante en España, y, por otro, la coyuntura que intentan imponer los ecologistas y la Comisión Europea, a favor de implantar una moratoria sobre un ave que, a juicio del colectivo cinegético, se encuentra en “una buena situación, con poblaciones aseguradas”.

En las ponencias científicas pronuncias en la jornada, el director de Investigación de la Fundación Artemisan, Carlos Sánchez, destacó que “sin el compromiso y el trabajo de gestores y cazadores, va a ser muy difícil aplicar los planes que reclaman desde Europa para recuperar la especie”. Sus palabras las secundó el doctor en Veterinaria Gregorio Rocha, que argumentó que “el único sector que se ha preocupado por mantener las poblaciones y cuidarlas ha sido el cinegético”. “Nadie más, ni conservacionistas ni administraciones, ha hecho algo”, remachó.

Asimismo, la cita sirvió para que fuesen presentadas propuestas de caza sostenible en algunas regiones, basadas en tres pilares fundamentales: la monitorización de las poblaciones de tórtola; la disposición de herramientas para decidir los períodos y las formas en las que se permita la caza; y la base del plan de caza adaptativa de la Unión Europea. Detrás de estos proyectos se encuentra el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea, iniciado en el 2019 en Extremadura con la finalidad de revertir la situación de la tórtola a través de diversas medidas que sean llevadas a cabo por cazadores y gestores de acotados.

Los esfuerzos de los cazadores españoles en defender los beneficios de su gestión y de la caza sostenible de esta especie cruzan también las fronteras, puesto que las federaciones de Portugal, Francia e Italia, además de la Federación Europea de Caza y Conservación, acordaron a finales de abril, con la firma también de la entidad española, desarrollar acciones de manera conjunta para defender el relevante papel de la caza sostenible en la conservación de esta ave. Todas ellas alzaron la voz contra la, a su juicio, mala administración que está protagonizando la Comisión Europea y su falta de neutralidad en el proceso de caza adaptativa de la tórtola.

Para el presidente de la RFEC, Manuel Gallardo, en España existe otro problema añadido: la disparidad de pareceres y los movimientos opuestos entre ministerios. Así, por ejemplo, critica que la responsable del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, intentó sin éxito convencer a las comunidades autónomas para declarar la tórtola como especie vulnerable, mientras que desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se aseguró al colectivo que el Gobierno apoyaba totalmente al sector cinegético. A pesar de esta situación, desde la entidad confirman que seguirán combatiendo para que se respete la existencia de un aprovechamiento mínimo que no acabe con la gestión cinegética en miles de cotos de España.