olver a bailar. Ese ha sido el deseo de los bailarines y bailarinas en estos meses de pandemia. Volver a recuperar el movimiento y la danza como lenguaje para expresar tanta emoción contenida. Ha sido un año duro para esta disciplina, pero ayer de nuevo tomaron la calle de Pamplona para celebrar bailando el Día de la Danza y compartir de nuevo la fuerza de este arte en un acto organizado por la Asociación por la Danza en Navarra Haizea en colaboración con el Área de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona.

A diferencia de otros años y para ajustar el acto a la normativa que actualmente rige esta actividad, la exhibición tuvo lugar en la plaza subterránea donde confluyen las calles Tajonar con la calle Cataluña, un emplazamiento que según explicaron los organizadores, facilitó el control en los accesos y aforos garantizando la distancia social entre los asistentes, todos con invitación previa.

El programa incluyó once actuaciones y la lectura del manifiesto del día de la danza a cargo de Lucia Iraburu y Amaiur Lukin, de Diana Casas Escuela de Danza. "Todo comienza con el movimiento, un instinto que todos tenemos, y la danza es un movimiento refinado para comunicarse. Por mucho que una técnica impecable sea importante e impresionante, la esencia es lo que el bailarín expresa dentro de ese movimiento. Como bailarines, estamos en constante movimiento, aspirando a crear esos momentos inolvidables. Independientemente del género de danza, es lo que todo bailarín se esfuerza por conseguir. Así que cuando de repente, ya no se nos permite actuar, con los teatros cerrados y los festivales cancelados, nuestros mundos se paralizan. No hay contacto físico. No hay espectáculos. Sin público. Nunca en la historia reciente la comunidad de la danza ha sido desafiada colectivamente para mantenerse motivada, para hallar su razón de ser, " se pudo escuchar antes de que el baile de nuevo saliera a escena para demostrar lo mucho que la danza significa para la sociedad en general.

El programa comenzó con la la actuación de Diana Casas Escuela de Danza con la pieza Union Jack, de estilo neoclásico. Andrés Beraza Escuela de Danza, puso en escena Bonet, neoclásico, mientras que Arantxa Villanueva Escuela de Danza, presentó Yo, mi, me, contigo, danza contemporánea.

El repertorio siguió con la Escuela de Danza Ravel con Queens, una pieza de estilo urbano. El flamenco llegó con Sandra Gallardo Escuela de baile flamenco, y la pieza Farruca. La Compañía artística Atena interpertó Tempus Fugit, contemporáneo y danza teatro y Diana Casas Escuela de Danza bailó Syntonize, neoclásico. La Escuela de Danza Andrés Beraza repitió con Silver Symbol, Jazz y la Escuela de Danza Ravel con Warriors, en estilo urbano. Sandra Gallardo Escuela de baile flamenco concluyó con Al caer la noche.

El espectáculo se cerró con los artistas invitados, Led Silhouette compañía de Danza, con Errata Natural, con coreografía e interpretación de Jon López y Martxel Rodriguez.