Fecha: 29/06/2021. Lugar: Plaza de San José. Incidencias: Concierto organizado por el Ayuntamiento de Pamplona y "apadrinado" por el bar Subsuelo. Lemon y Tal presentaba su nuevo disco, Aire. Beatriz Tubía (voz), Gorka García (guitarra), Txuma Ostiz (bajo), Isaac Irimia (batería), Juan Cazcarra (acordeón), Ion García (teclados).

ontinúan las actuaciones musicales veraniegas programadas por el Ayuntamiento en distintos lugares de Pamplona. El pasado martes le tocó el turno a Lemon y Tal, que agotó rápidamente las localidades habilitadas para su concierto en la plaza de San José. Todo el público estaba sentado en sillas de plástico y con las preceptivas mascarillas, y había también muchos espectadores alrededor de la cinta de seguridad que rodeaba el perímetro disfrutando de la música del dúo. Mucha gente, en definitiva; algunos que habían acudido expresamente a la cita y otros tantos que pasaban por allí y, al encontrarse con el espectáculo, se quedaban a disfrutarlo (había gente encaramada en la pared de la catedral o sentada en las escaleras de la puerta de San José del templo). Buena estampa que demuestra, una vez más, lo necesaria que era, es y será siempre la música en directo.

Tras algún problema técnico inicial, el concierto pudo comenzar y el grupo desplegó su buen hacer en temas como Querer a la vida, medio tiempo de sonido de pop clásico y estribillo embriagador (especialmente, la parte del "la la la"). Recuperaron después la esencia del dúo con una tremenda versión a guitarra acústica y voz de Llorona, los dos juntos, Beatriz y Gorka, emocionando ambos, cada uno con su instrumento, y arrancando los aplausos de la concurrencia. Regresó la banda para arroparlos en la vitalista Nuestra generación, de ritmo saltarín y acordeón tabernario. Pidieron al final apoyo del público para los estribillos, y como estos eran bien pegadizos, obtuvieron una buena respuesta por parte del improvisado orfeón popular. Y continuó el optimismo con A ritmo de vals ("seremos el color de un ritmo artificial", reza su letra), en la que contaron con teclados que simulaban campanas.

Estuvieron más escorados hacia el pop que en las anteriores ocasiones que les habíamos visto, aunque la cabra sigue tirando al monte y siempre demuestran que sus influencias son mucho más amplias (y bien que hacen): Así es mejor dejó cierto regusto mexicano, mientras que en Tangos de la repompa, de nuevo a dúo, esta vez sentados, se acercaron sin ningún remilgo y con mucho acierto al flamenco. Muchos sabores distintos para macerar unas melodías y unos ritmos capaces de animar a un muerto. Sirvan de muestra las siguientes, Como quiero yo, Todos a una (dedicada a Osasuna), Seremos más, en la que alguna pareja del público no pudo reprimirse y se levantó a bailar "agarrao", o la rumbera Estando contigo.

Reservaron para el final dos pesos pesados de su repertorio: Aire, el single de presentación de su último disco, una grandiosa canción de pop épico que da buena cuenta de la progresión que está experimentado el dúo, y Sueños coleccionables, un verdadero clásico de Lemon y Tal que en la plaza se San José todo el mundo conocía, y así de bien fue recibida, aplaudida y coreada. Gran actuación, confirmando muchas cosas buenas que ha habían apuntado en la gira del primer álbum.