De la mano de la octava edición del Flamenco On Fire, Niña Pastori (San Fernando, Cádiz, 1978) recala en Pamplona para hacer un repaso de sus 25 años de trayectoria. Y ésta ha sido dilatada. En la mochila, una buena colección de canciones que le ha valido diversos discos de oro y platino, cuatro premios Grammy Latinos y el reconocimiento del público tanto en España como en toda Latinoamérica. Un viaje musical ligado al pop y, obviamente, también al flamenco. Y es que, dice, eso es su oxígeno: "Sin el flamenco no podría vivir", apunta en una entrevista vía telefónica, antes de su actuación en Baluarte con todas las entradas vendidas.

Regresa a Pamplona para celebrar esos 25 años sobre los escenarios. Y en esta revisión de su trayectoria, cuando una echa la vista atrás, ¿qué le viene a la cabeza?

-La verdad que estamos encantados de celebrar estos 25 años de carrera, que son muchos ya (risas). Estamos disfrutando un montón tanto el público, como yo y los músicos. Además, la gente además tiene muchas ganas de disfrutar y de pasar página, más que olvidar, a todo lo que hemos estado viviendo todo este tiempo. Ha habido muchos momentos buenos, porque en estos 25 años han pasado muchísimas cosas y cuando echas la vista atrás, te emocionas de todo lo que hemos conseguido. Y ojalá que sean mucho más años disfrutando con lo que más me gusta hacer. He tenido la suerte de estar con músicos muy buenos y muy buenos artistas, ha habido noches muy bonitas... Y un público fiel que me ha permitido poder hacer lo que me gusta.

Debutó en la música muy joven, a la edad de 8 años, y sólo cuatro años después, Camarón de la Isla se fijó en usted y en su voz. Una elección que, de alguna manera, marcó su trayectoria. ¿Se convirtió en un sambenito ser "la elegida de Camarón"?

-Bueno, creo que también es normal que pasen estas cosas, porque se repite en las noticias, lo cuentan€ Y te quedas con ciertas etiquetas, pero tampoco hay que darle más importancia. Para mí fue un orgullo haber nacido ya en su tierra, en San Fernando, y más haber podido disfrutarlo como artista tantas veces, siendo yo tan pequeña. Y con eso es con lo que yo me quedo realmente.

Han pasado tres años desde que publicó su último disco de estudio, Bajo tus alas

-Me encuentro en un momento muy bueno. Tengo 43 años y he hecho muchas cosas, pero pienso que me queda mucho por hacer. Para mí, mi profesión es mi vida y disfruto mucho con lo que hago. Realmente me lo paso bien en el escenario, en el estudio, con los músicos€ porque estoy haciendo lo que más me gusta hacer y considero que estoy en un momento muy bueno. Además, mis niñas están ya más mayorcitas, que quizá parece una tontería, pero siendo muy pequeñas requieren mucho de la madre y dedicarles mucha más atención que ahora.

Hace unos meses publicó una versión de Ese gitano

-Sí, lo conocía de hace unos años, en Granada, que vino a algunos conciertos a vernos. Es un chico estupendo, también hizo cosas con Chaboli, mi marido, y surgió la idea de hacer una versión de Ese gitano por darle una vuelta, que al final esas canciones que ya hemos hecho tienen 25 añazos y hay que mostrar otra parte. Chaboli hizo un arreglo muy chulo dándole una vuelta a todo y creo que ha quedado una versión bonita.

En ese sentido, mirando al flamenco, ¿cree que esas ganas de experimentar son también un motor clave para hacer crecer al flamenco y que se mantenga vivo, siempre navegando entre la tradición y la vanguardia?

-Sí, por supuesto. Siempre es importante evidentemente hacer las cosas bien y bonitas, a ver quien hay aquí que diga qué está bien y qué está mal, las cosas bonitas con cariño, ilusión y con ganas son importante. Pero por supuesto introducir otras músicas siempre va a engrandecer y a ampliar el terreno.

Precisamente este año, la edición del Flamenco On Fire invita a reflexionar en torno a qué es el flamenco. Así que, ¿qué es flamenco para Niña Pastori?

-Para mí es mi vida. Creo que no podría vivir sin él, es mi oxígeno. Es la música que más me satisface, no tengo ninguna duda.

El festival nació años atrás para reivindicar la figura de Sabicas, quizá desconocida para muchos, y el importante legado que dejó. ¿Cree que quizá el flamenco y su historia no se valora y cuida como se debería?

-No, no se está cuidando. Este festival tiene una labor tan bonita... Me encanta que se haya hecho este gran homenaje a Sabicas, porque hay tanta gente buena en el flamenco que ha aportado tanto y que ha creado. Evidentemente conocemos a Paco y a Camarón, que son los dos pilares más fuertes, pero aparte de ellos hay muchos más. El propio Sabicas fue un creador y un adelantado en aquella época a sus tiempos y a lo que es el flamenco. Y no se hace nada por la música de raíz, por nuestra música.

¿Hacia donde cree que se debería avanzar o dirigir los cambios?

-Egoistamente, como artista, pienso que siempre se puede hacer muchísimo más. Y el flamenco es la música con la que nos identificamos, evidentemente luego hay mucha gente que no le gusta y eso es muy respetable, para eso está el libro del gusto, que está en blanco y puedes elegir... Pero se trata de informar y que la gente sepa, porque es una música muy grande y muy bestia. Y date cuenta lo poquito que se hace por él, pero que siempre está ahí y siempre va a estar.

Regresando al espectáculo que presentará en Pamplona, ¿bajo qué criterio ha configurado el repertorio de esta gira de 25 años?

-Fue complicado, cuando hay tanto para elegir, siempre te da pena dejar cosas fuera€ Al final, te guías un poquito por los singles, las canciones que la gente más suele pedir, o gustarles y divertirles en un momento dado de más para verano... Al final por ahí hemos tirado un poco. Pero es muy difícil, ¿eh? Y por otro lado, también es emocionante echar la vista atrás y ver todo lo que hemos vivido, con todas las cosas que han pasado.