- Una invitación a recobrar, redescubrir y reaprender lo que nos rodea. Esta es la propuesta de Entorno Encuentro Exploración, la muestra que inaugura la nueva temporada expositiva del Museo Universidad de Navarra, seleccionada de los Trabajos de Fin de Máster de la 2ª promoción del Máster en Estudios de Comisariado que se imparte en el centro. La propuesta reúne obras de diez artistas, procedentes de España, Argentina, Colombia, Canadá y Reino Unido: Daniela Acosta, Iñaki Chávarri, Olalla Gómez, Raúl Hevia, Antón Hurtado, Fernando Maselli, Ricardo Moreno, Kate McLean, Jessica Thompson y Ainize Txopitea.

En la presentación de este miércoles intervinieron los comisarios Renata Álvarez, Manuel Gamaza y María Angélica Moreno, graduados del máster y miembros de Colectivo Sobremesa; los artistas Antón Hurtado, Ainize Txopitea y Olalla Gómez; y la directora del posgrado, Nieves Acedo. “La muestra busca reflexionar acerca de la sensación de inestabilidad y fragilidad que nos ha dejado la pandemia y el confinamiento. Surge de una necesidad por incentivar la participación del público y hacer que se sienta indispensable. Por eso hay muchas obras que precisan de la interacción del público para ser activadas”, expresó Gamaza.

El público podrá visitar espacios de distintas ciudades a través de las distintas obras, con las que podrá interactuar. Pamplona está muy presente en la muestra con obras como Smellmap, de la artista inglesa Kate McLean, que ya había realizado un mapa olfativo en Pamplona en 2014 y que ahora busca ampliar. “Le propusimos crear una nueva actualización con un mapa participativo en el que pueden intervenir en la sala. Entonces creamos el contraste entre cómo olía entonces y cómo huele ahora, desde el Museo”, explicó la comisaria. Otra de las propuestas relacionadas con la capital navarra, en este caso sonora, es Borderline, de la canadiense Jessica Thompson. “La artista cartografía los sonidos y este proyecto alude a los límites invisibles de las ciudades e investiga efectos como la gentrificación, la contaminación, el desplazamiento...”, señaló Gamaza.

Otros de los espacios que acerca la muestra es el mercado más destacado de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, a través de Mercado Bazurto, de Ricardo Moreno, que reproduce su ambiente sensorial. O las obras Plaza Mayor y Espacios Planificados del argentino Fernando Maselli, que captura momentos espontáneos en barrios madrileños en los que las personas se encuentran en la vía pública. Asimismo, el asturiano Raúl Hevia propone un recorrido a través del color por Bilbao con su obra Historia de la pintura en Bilbao; y el madrileño Iñaki Chávarri expone la pieza Separar, unir, en la que las fases del agua actúan como elementos de unión geográfica y espacial trascendiendo las barreras humanas.

Por su parte, la madrileña Olalla Gómez explicó en la presentación su propuesta, titulada LIBERTAD: “Es una obra interactiva que está apagada hasta que las personas, al pasar por delante, la activen. Se necesita un mínimo de tres para que pueda ser completada. Es una llamada a la interdependencia y a conectarnos. Hay una afectación mutua”. También aborda este tema la colombiana Daniela Acosta, que en El precio de la libertad recoge la despedida de su abuela y su hermana em un aeropuerto, un momento cargado de incertidumbre.

En la presentación también intervinieron el pamplonés Antón Hurtado, que presenta un conjunto de nueve piezas y reivindica “las sensaciones que ocurren en el proceso de pintar”. Asimismo, la donostiarra Ainize Txopitea destacó las claves de sus dos propuestas: un díptico con el que procura entender los arquetipos de la naturaleza y el paso del tiempo, y otra pieza que muestra un exilio a otro planeta buscando la paz y la vitalidad”.