- La actriz Belén Rueda, que recibió ayer el Gran Premio Honorífico del Festival de Cine Fantástico de Sitges, resaltó que, para ser actriz, "hay que tener memoria emocional".

Tras considerar que "Sitges es un festival que sigue manteniendo el mismo espíritu, grandísima ilusión, nuevas ideas, y abierto a dar visibilidad a nuevos creadores, tanto directores, como productores o actores", reveló que fue "una sorpresa grata" recibir el Gran Premio Honorífico de manos de Juan Antonio Bayona, con el que presentó en el certamen la ópera prima del director, El orfanato.

"Cuando vi a Bayona se mezclaron sentimientos, no solo porque fue un director que me dio la oportunidad, sino porque se queda en tu vida como amigo, y para ambos Sitges fue el despegue".

Esa "memoria emocional" de la que habla la actriz tiene que ver con "algo más que aprenderse los textos".

No percibe Rueda diferencias entre una película fantástica o de género y una de drama o comedia a nivel de interpretación: "En las películas de cine fantástico hay menos texto, pero hay mucha emoción, y eso quiere decir que tienes que decir cosas echando de tu archivo emocional, e igual que hay momentos muy intensos, en los rodajes hay ratos en los que nos reímos mucho".

En el repaso de su carrera, Belén Rueda evocó su primera película rodada en Argentina, Séptimo, con Ricardo Darín, en la que perdía a sus hijas y que, junto con la trama de El orfanato, provocara, bromea, que le dijeran: "pareces buena madre, pero nunca te dejaría a mis hijos".

Esa relación con Latinoamérica continuó con No dormirás, del director uruguayo Gustavo Hernández, y su próximo trabajo que se estrenará será El grito de las mariposas, una coproducción hispanoargentina que, en forma de miniserie de trece capítulos, cuenta la historia de las hermanas Mirabal, asesinadas por la dictadura de Trujillo en la República Dominicana.

De su ya larga filmografía, Belén Rueda está orgullosa de todas sus películas, pero Mar adentro fue muy especial, porque Alejandro Amenábar apostó por ella, y "fue una lucha, puesto que muchos decían que estaba demasiado etiquetada por la participación en la serie televisiva de Los Serrano y parecía que no podías hacer cine, o cambiar de género".

Rechazó la actriz que sea el ejemplo de que esas dificultades se pueden superar: "Soy un ejemplo más que demuestra que se puede hacer, pero también están ahí los ejemplos de Nathalie Poza, Aitana Sánchez Gijón o Carmen Machi".

Aparte de las fantásticasEl orfanato, Los ojos de Julia o El cuerpo, también evocó con cariño El cuaderno de Sara.

Preguntada por la dirección cinematográfica, respondió sin rodeos: "Sí me gustaría dirigir, pero todavía no". Su deseo más inmediato, en cambio, es poder introducirse en la producción ejecutiva, "para poder dar salida a ideas o proyectos que me gustan".

Belén Rueda está encantada en que la hayan convertido en "la musa del terror español" o "la reina del grito" y de su debut en el género no puede olvidar la primera reunión en una mesa con Bayona, el guionista Sergio Sánchez y Guillermo del Toro.