Si con "Herstory" Nacho Segarra, María Bastarós y Cristina Daura eran conscientes de que se metían en un "charco", con "Sexbook. Una historia ilustrada de la sexualidad" su máxima ha sido disfrutar mientras construían esta suerte de línea cronológica sobre el sexo, su historia y anécdotas.Nacho, María y Cristina son un trío bien avenido porque las tres, sí, en femenino, como se refiere a sí mismo Nacho, han llevado a cabo, con pocos conflictos, una obra en la que hacen un repaso a los manuales eróticos de la Antigüedad, las relaciones en tiempos de pandemia, la mitología erótica egipcia o el sexo que practicaban Adán y Eva en el paraíso.

Por eso, cuenta Segarra, se trata de un libro (Lumen) que cree en los "valores emancipadores de la Historia" y que está pensado para que "ayude a la población actual".

Pero también, matiza Bastarós, es una obra ilustrada en la que abordan temas como la explotación sexual, la negación del papel de la mujer o el miedo a la pérdida de la potencia masculina. Aspectos de la historia del sexo que, como demuestran, en muchas ocasiones han estado marcados por la religión.

"Es un libro de avances y retrocesos", explica Segarra acerca de ese pensamiento que puede percibir el lector de que, por ejemplo, en el Imperio Romano la libertad sexual era mayor, y mejor vista, que ahora.

En este sentido, destaca Bastarós, y según confiesa, para ella hay un pasaje histórico en "Sexbook" que destaca como uno de los más duros: los años 50 en España.

Se trata de esos centros religiosos repartidos por toda la geografía en los que, entre 1941 y 1985, fueron encerradas muchas adolescentes con el objetivo de controlar su "moral".

Nacho Segarra destaca de este libro todos los episodios de "persecución de homosexuales" que se han dado a lo largo de la Historia. De ahí que vea también en esta obra un "valor divulgativo".

Con una clara intención de rebajar la tensión dramática, estos tres autores han hecho hincapié también en la importancia de la "anécdota" incluyendo en este recorrido histórico apuntes como el de que en 1325 se creó en Valencia el que sería el prostíbulo más grande de Europa hasta 1671. Y también ha recordado figuras como la de Hildegart Rodríguez, a quien su madre asesinó por su trabajo en la Liga Mundial para la Reforma Sexual, creada en 1928.

Informaciones que Daura potencia con unas ilustraciones en fuertes colores (magenta, verde, azul, rojo y amarillo), que clavan en la mente su interpretación de las distintas cuestiones que han abordado sus compañeros.

Los mismos que utilizó en "Herstory", para así dejar claro al lector que "Sexbook" pretende ser una continuación.

"Son temas que dan pie a que se te vaya la olla gráficamente", reconoce esta ilustradora que ha llevado a su terreno toda la historia del sexo.

Aunque el final elegido ha sido el sexo en la pandemia, tanto Segarra como Bastarós sueñan que algún día se le dé fin realmente a dos asuntos.

"Me hubiera gustado terminar contando que se ha puesto fin al Sida", dice Segarra, al tiempo que Bastarós confiesa que le habría gustado terminar "Sexbook" con una página en la que se diga que la educación sexual y emocional ha llegado a "las escuelas".