- "Sabemos que no nos vamos a hacer ricos, pero trabajamos en lo que nos gusta y el trato que recibimos de nuestro público, especialmente durante la pandemia, nos demuestra que merece la pena". Con estas palabras, Miguel Iglesias y David Martón relatan lo que significa para ellos su librería Letras a la Taza, una puerta abierta a Tudela los 7 días de la semana donde poder bucear en una novela, viajar con un cómic o soñar con una libro de viajes. Ubicados en la calle Herrerías desde 2014, ambos han visto en este breve tiempo cómo su rincón de esta transitada calle peatonal se ha convertido en un lugar ineludible para los amantes de los libros. Pero, más allá de encontrar la historia que el lector busca, Letras a la Taza ha dado el paso más difícil, transformarse en un lugar de encuentro, de conversación y de movimientos culturales que tienen lugar en sus bodegas. Entre párrafos, renglones, puntos y acentos, los visitantes pueden también degustar un café o cualquiera de los vinos o cervezas artesanales que cuidadosamente seleccionan.

"Nos gusta tratar a la gente con cariño, como te gustaría que te trataran a ti. Dar sin recibir nada a cambio, ofrecer un trato agradable y que la gente se sienta como en casa. La puerta ha de estar siempre abierta. A la gente le ha llegado nuestro cariño", aseguran.

Pese a que la Ribera es uno de los lugares de Navarra con menor índice de lectura, eso no se percibe en Letras a la Taza y son muy optimistas, "se aprende de todo y en la pandemia hay mucha gente que se ha reenganchado al libro de papel". Miguel Iglesias no comparte que a los jóvenes no les atraiga la lectura, "siempre he pensado que la juventud lee mas que lo que la gente cree. Hay una edad más delicada pero al que se educa en la lectura si lo deja, volverá". De hecho es fácil ver grupos de jóvenes revisando la sección de cómics, manga y novela gráfica, uno de los puntos fuertes de Letras a la Taza junto con el de novela, literatura japonesa, libro infantil, de naturaleza y de viajes. "Intentamos personalizar cada una de las áreas para que sea el consejo personal el que te guíe y no un algoritmo".

En su memoria permanecerá siempre cómo la gente de Tudela apoyó con los coronabonos para salir adelante o cómo repartieron libros puerta a puerta el Día del Libro en la pandemia recorriendo una ciudad vacía, "fue muy bonito dar el servicio de llevar lectura a las casas".

"Intentamos personalizar cada una de las áreas para que les guíe el consejo personal"

"Sabemos que no nos vamos a hacer ricos, pero trabajamos

en lo que nos gusta"

Socios de Letras a la Taza