Tadea Lizarbe (Pamplona, 1988) quedó finalista del Premio Planeta de Novela en 2014 con su primera obra, Comiendo sonrisas a solas (Ediciones B, 2015), en la que mezcla un relato intimista con una trama de intriga. Autora también de las novelas de suspense La ordenada vida del Dr. Alarcón (HarperCollins, 2018) y Marionetas sin hilos (HarperCollins, 2019), la escritora estudió Terapia Ocupacional en la Universidad de Zaragoza y jugó varios años como profesional en la liga femenina española de baloncesto. Tras dejar atrás su periplo como deportista, Lizarbe pasó a trabajar como terapeuta ocupacional en Pamplona apostando por desarrollar la actividad del psicobasket para niños y niñas con discapacidad intelectual.

¿Se considera feminista? ¿Y cómo entiende el feminismo?

-Feminista es todo aquel que sabe que mujeres y hombres debemos tener las mismas oportunidades. Y, sí, así lo creo. Y partiendo de esta base, lo que urge es la libertad: debemos lograr que todos tengamos las mismas libertades a la hora de tomar decisiones. Por mi parte, me centro en romper grilletes de distintos tipos, formas, colores, orígenes, antigüedad y nombre. Debemos tener mucho cuidado al valorar nuestras limitaciones, algunas serán ciertas, otras serán creencias impuestas sin nuestro permiso y, en este caso, impuestas por el machismo sin darnos siquiera cuenta. En mi obra muestro una clara obsesión por la caza de los Pensamientos Intrusos. Aquellos que, siendo de origen inconsciente, invaden nuestro puesto de mando cerebral sin permiso y lo toquitean todo, con el consecuente efecto atroz en nuestras decisiones, conductas y estado anímico. Estos son los grilletes.

¿Por qué eligió la literatura?

-Inevitable. Si no escribiese no sería yo misma. Escribir es mi libertad€

¿Ser escritora y mujer le ha condicionado a la hora de abrirse camino en su trayectoria?

-Sí, y lo peor de todo es que iba a seguir la frase con un "pero estoy acostumbrada, no pasa nada". ¿Ves? Un grillete. Sí pasa. Cuando me ven no encuentran mi determinación ni mis letras. Así que debo enseñarles donde están continuamente. Estoy segura de que todas somos capaces de resistir y perseverar. ¡Ánimo!.

Es madre de dos niñas. ¿Cómo se lleva la conciliación? ¿Cree que hay más obstáculos que facilidades en esta sociedad?

-Soy madre de dos niñas. Y mi marido es padre de dos niñas. Y hacemos un equipo de cuatro que escucha las circunstancias y deseos de cada uno de sus miembros para perseverar la libertad, la manera de crecer. Una burbuja que juega sus cartas para ganar la partida por muy limitado que sea el contexto. Si mi familia no fuera como es, si no comprendiese la humanidad como libertad, si el mensaje que quisiera dar a mis hijas no fuera éste, no podría hacer todo lo que hago.

¿Cómo ve en la literatura la presencia femenina y su visibilidad hoy? ¿O precisamente no hay que hacer esta distinción de género porque eso mismo ya contribuye a abrir la brecha que por desgracia existe?

-¡Tú lo has dicho! Y lo comparto, precisamente no hay que distinguir entre creadoras y creadores, mujeres y hombres, porque eso mismo ya contribuye a abrir la brecha de género.

¿Cómo definiría el momento que vive hoy en lo literario?

-Estoy en un momento de alto riesgo literario. Me refiero al riesgo que se busca, al que te lleva fuera de tu zona de confort, allí donde quiero estar. Y hasta aquí puedo leer.