Una gran sonrisa, mezcla de fascinación y emoción, se dibujó hace unos días en los rostros de los Bedik -la etnia más pequeña de Senegal- al tener entre sus manos el primer gran libro escrito y editado en su lengua materna, el bedik. Un tesoro de 500 páginas que recopila gran parte de su cultura y sus conocimientos tradicionales en 162 textos, entre cuentos, leyendas, canciones y proverbios, y que ha visto la luz gracias al empeño y la labor entregada y altruista del joven editor y lingüista navarro Julen Villarreal Moreno.

La inquietud, las ganas de descubrimiento y de expansión a través del arte y la cultura corren por las venas de este huartearra nacido en 1998. Hijo de los artistas Ángela Moreno y Jabier Villarreal -fallecido en 2019-, Julen será recordado entre los Bedik como el hombre blanco que viajó allí y se nutrió de su cultura y sus conocimientos para devolverles agradecido ese regalo. Es por eso que Becësal (La época de los ancestros), ilustrado por Ángela Moreno, se ha publicado únicamente en lengua bedik. "Porque es muy común que a África se vaya, se recopilen historias o leyendas, y luego se publique solo la versión traducida en lengua extranjera para ellos. Los Bedik me lo decían: aquí han venido antropólogos, investigadores, pero luego nosotros no hemos visto nada, no se nos da nada. Es una extracción sin dar, sin devolver. Yo quería darle la vuelta a eso y hacer un proyecto para los Bedik", cuenta Julen Villarreal sobre el libro que ha editado.

Una lengua en peligro de extinción

Tras un primer viaje a Senegal en 2016 en el que se enamoró de África y de las culturas en peligro de desaparición, Julen Villarreal inició en 2018 sus contactos con esta etnia compuesta por 3.300 personas que viven en la región de Kedougou, al sureste de Senegal, que hablan un idioma propio llamado bedik o menik y tienen una cultura y religión tradicional particulares. Sin embargo, por factores sociales, políticos y económicos, su lengua corre el riesgo de extinguirse. "Como hablante de euskara, una lengua en peligro, sentí una simpatía inmediata por estas personas, y sentí el deseo de ayudarlas", apunta el navarro.

El bedik no se usa en las escuelas senegalesas, en las que el sistema es prácticamente colonial y el currículo europeísta, y los niños de esta etnia tienen que estudiar en francés, un idioma que no les es familiar. "Así que a menudo no entienden lo que sucede en clase y esto a afecta su capacidad de aprendizaje", cuenta Julen Villarreal, quien añade que "se ha demostrado que este es uno de los principales factores que explica la preocupante baja tasa de alfabetización de la comunidad bedik, estimada en tansolo el 1% segun la organización SIL".

Con el reto de colaborar en la labor de alfabetización en la lengua materna de esta etnia, que se sabe científicamente que es la base de un mayor progreso académico -incluido el aprendizaje de una segunda lengua (como el francés, la única lengua oficial del Senegal)-, este joven navarro decidió emprender un proyecto a través de su propia editorial, Giñana Books. Su reto es contribuir a preservar el idioma bedik y la literatura oral de esta etnia, transmitida siempre a través de "la extraordinaria memoria de los sabios contadores y contadoras" que la integran y de los que cada vez quedan menos portadores.

"Todo ese patrimonio literario, lingüístico e historico necesita ser guardado en un soporte físico para poder sobrevivir", asegura Julen, que en este proyecto ha ido de la mano de Tama Christophe Keita, un hombre bedik que había participado en la creación de la ortografía bedik en 2005. En su último viaje a Senegal -este mes de marzo-, el navarro proporcionó a Tama Christophe Keita el equipo necesario para la recopilación y transcripción de los cuentos y leyendas: una grabadora, un ordenador portátil y unos auriculares. El resultado de su trabajo en conjunto es un recopilatorio de 162 cuentos, leyendas, canciones y proverbios tradicionales inéditos de esta etnia.

Depósito de cultura y material de lectura

El proceso de recopilación consistió "en ir pueblo por pueblo, pidiendo a las personas más sabias y ancianas de cada lugar que nos contasen las historias tradicionales, que están en peligro de no ser transmitidas", explica Julen Villarreal.

Los ejemplares finales de la obra se distribuyeron hace unos pocos días gratuitamente entre los pueblos bedik; algo que fue posible gracias a una beca de la fundación The Endangered Language Fund y a otra beca de viaje que le concedió a Julen la Universidad de Leiden (Holanda), donde estudia actualmente un master sobre diversidad lingüística y lingüística de campo, una especialidad que le interesó especialmente y en la que decidió formarse a raíz de su experiencia con los Bedik. Becësal no solo es un valioso depósito de la cultura y el patrimonio oral de los Bedik, sino que también servirá como material de lectura para los programas de alfabetización de esta etnia, actualmente carentes de recursos.

"El presupuesto nos daba para editar 80 ejemplares; hay 21 pueblos bedik, así que de media hemos repartido cuatro ejemplares por pueblo", cuenta Julen. Y la respuesta de la gente ha sido "magnífica". "Nos han recibido en algunas aldeas con fiestas y bailes, fascinados de tener entre sus manos un libro de 500 páginas en bedik que, por un lado, va a apoyar esa labor de alfabetización que ayuda a colectivos sociales a los que se les ha negado la escuela, como son las mujeres; y por otro lado es un repositorio cultural".

Porque en esta gran obra hay historia y conocimiento. "De trucos para cazar, por ejemplo; conocimientos de las estaciones, de remedios tradicionales para enfermedades que muchas veces son más eficaces que lo que se ofrece en los hospitales senegaleses, y otras muchas curiosidades en peligro de desaparición hoy por la modernización", apunta el joven lingüista sobre el valioso legado de esta cultura animista.

Leyendas con un valor de verdad

El contenido del libro, que recoge a modo de homenaje los nombres y fechas de nacimiento de todos los contadores y las contadoras de historias que han colaborado en esta recopilación, es variado, pero lo que tienen en común sus 162 textos es la creencia de que todo lo que cuentan es real.

"Ellos no ven estas historias desde un punto de vista de ficción. A pesar de que algunas son fábulas o cosas inverosímiles, lo ven como algo real, fáctico, es así como vivían los ancestros o son cosas que ocurrieron", explica el editor del libro, en el que hay fábulas con moraleja para divertir a los niños, textos de temáticas más históricas como el de la leyenda del baobab de Iwol, del que dicen los lugareños que tiene 800 años; o la leyenda de las abejas, que se pusieron del lado de los Bedik en la invasión cultural y militar que sufrieron por parte de una gran etnia del norte de Guinea que intentó islamizarles y a la que resistieron; se cuenta que las abejas atacaron en aquel momento a la etnia invasora.

Julen no lo duda: volverá a Senegal con los Bedik. De hecho, ya tiene otro proyecto en marcha: "Vamos a hacer una nueva publicación que va a ser como un Cuaderno Rubio de lectura en bedik", avanza.

EN CORTO

Primer cuento en bedik: En 2018, Julen Villarreal Moreno publicó el primer cuento en bedik, Icér ngë ilil -cuyo título podría traducirse como El huevo y la gallina-, y del que se hizo una edición multilingüe -en francés, euskera, castellano e inglés, además de en bedik-. De este cuento, ilustrado por niños y niñas del taller de arte que lleva en Huarte Ángela Moreno, se distribuyeron 1.000 ejemplares en la zona bedik. "La idea era que cada niño de la etnia tuviese un ejemplar", cuenta el joven editor.

En mayo, nuevo libro: El próximo mes de mayo verá la luz una nueva publicación ilustrada de nuevo por los niños y niñas del taller de pintura de Ángela Moreno. Un cuento con cuya venta se quiere financiar la impresión y distribución en Senegal de Becësal, el gran libro de 500 páginas que recoge la cultura y la literatura oral de la etnia bedik. Este cuento, Ñanëkodëko ña? ngë Ñukudo ña? -El Pequeño Calao y el Fuego- es una fábula bedik que ha sido traducida y que relata cómo dicha etnia obtuvo el fuego por primera vez. El pequeño calao (Lophoceros fasciatus) es un ave africana y ayudó a los Bedik a robarle el fuego a un espíritu del bosque. Ñanëkodëko ña? ngë Ñukudo ña? saldrá a la venta a primeros de mayo y se podrá adquirir en el Taller Zubiarte de Huarte (calle Zubiarte 47) o contactando a través de ginanabooks@gmail.com. Ademas, habrá un puesto de venta del libro en Huarte el sábado 14 de mayo, durante el día de la villa.

en co