De la complicidad, la amistad y la entrega al arte sin presión ni prisas, sin ningún compromiso forzado, tiene que salir algo valioso. Así ha nacido

, una creación y experiencia multidisciplinar que se materializa en un libro-disco editado por Erein, además de varias exposiciones, y que es fruto de un trabajo a cuatro entre el escritor Pello Lizarralde, el pintor José Ignacio Agorreta, el músico Imanol Úbeda y el cineasta Imanol Rayo.

Un diálogo vivo entre artes en torno al viaje imposible de toda existencia: el que se hace en cada intento por recuperar un pasado que nunca volverá. “Pero hay que hacer ese intento de ir atrás para darse cuenta de que es imposible”, dicen estos cuatro creadores. Y, según Pello Lizarralde, “la única lección valiosa para quien emprende este viaje es la frustración, y saber remontarla”.

“Nadie sale indemne de un recuerdo”. Con esta frase arranca el periplo literario que alumbró en el verano de 2019 el escritor nacido en Zumárraga en 1956 y afincado en Navarra, y que es el origen de Sastraka - Maleza. Las imágenes que evocan los textos de Pello Lizarralde motivaron luego a José Ignacio Agorreta para transitar nuevos territorios con su pintura, a Imanol Úbeda para experimentar con canciones que han terminado componiendo un disco, y a Imanol Rayo para concebir la esencia de las fotografías que aporta a esta obra que es un regalo tener entre manos. “Me sorprende lo mucho que nos está hablando la gente de la edición del libro -a cargo de la Editorial Erein-”, dice Pello Lizarralde.

Y es que si ya el diálogo entre cuatro artes en un mismo formato es inédito, si se hace en una edición física de calidad, en sí misma objeto artístico, es doblemente valioso.

Sastraka - Maleza se enriquece además con un proyecto de varias exposiciones que ha arrancado recientemente en la Ciudadela de Pamplona, que itinerará a Vitoria y Bilbao, y cuyas inauguraciones cuentan con conciertos en directo de Don Inorrez -el grupo liderado por Imanol Úbeda- con las canciones compuestas para el disco de este proyecto. Una apuesta por la convivencia entre artes, cada vez más necesaria.

El reto

Envejecer dignamente

En un tiempo necesitado de reflexión y esfuerzo intelectual, en el que se nos da casi todo masticado o en píldoras superficiales, y a una velocidad muchas veces imposible de procesar, Sastraka - Maleza nos invita a parar y a concentrarnos en la lectura, en la contemplación de evocadores cuadros y fotografías, en la escucha de un disco en torno a un concepto y de sonidos que, desde lo cercano, nos llevan a lugares remotos.

Nos invita a un breve viaje, un viaje imposible que decidió trazar Pello Lizarralde y que ahora pertenece a todo el que lo lea, a todo el que se aventure a recorrerlo. “Yo no voy a decir a nadie lo que tiene que leer, pero querría pensar que escribí algo totalmente antinostálgico, porque a lo único que puede llevar un viaje nostálgico es al dolor, porque realmente nunca vas a encontrar aquello que pensabas cuando intentas volver al pasado. Es muy frustrante y muy doloroso. Por eso creo que la nostalgia es paralizante y no lleva a ningún sitio. Los suspiros acaban con todo. Y Sastraka - Maleza es justamente lo contrario”, dice el escritor vasco.

Es la reafirmación de que, como apunta Imanol Úbeda, “aquí la clave es vivir el presente, tirar hacia adelante, con la mochila que tengamos”.

Algo tan complicado. “Es muy difícil envejecer dignamente, en el sentido de saber reconocerte en el paso de los años y encontrarte en cada época, y mucho más difícil vivir y disfrutar este día, cada día. Nos entrenaron a todos cuidadosamente para la nostalgia, desde la escuela a la iglesia, siempre; y para alejarnos del presente. Pero la clave es ser consciente de quién eres en cada momento y cada lugar”, reflexiona Lizarralde.

A menudo él y Agorreta hablaban de hacer algo juntos, y el escritor alumbró los textos de Sastraka, primero en euskera -y así se recogen también en el libro, bilingüe-, sabiendo que al pintor navarro “le obligarían a tomar otro rumbo, por lo menos en cuanto a motivos pictóricos”. Y así ha sido. Agorreta sale aquí de sus habituales interiores de casas abandonadas y transita la calle, el exterior, y se detiene en detalles porque, como él explica, “igual que en la escritura de Pello, en mi pintura también el motor son las imágenes, no las ideas”.

Enseguida el artista plástico vio imágenes motivadoras en el texto de Pello, y se marcó un horizonte de año y medio para crear las pinturas que hoy lucen en el libro, y ahora también en la sala de Mixtos de Ciudadela. “Al ver que la cosa iba en serio, José Ignacio me planteó la idea de editar un catálogo, pero los catálogos tienen muy mala trayectoria, normalmente acaban en la papelera. No llegan a tener una entidad de libro. Así que creía que de sacar algo, debíamos sacar un libro, por modesto que fuera, aunque fuera autoeditado”, explica Lizarralde.

El siguiente en incorporarse a eso que se estaba gestando en Sastraka - Maleza -palabra aquí metáfora de “las vivencias acumuladas con el paso del tiempo y el poso que dejan”- fue el músico Imanol Úbeda.

“Cuando Pello y José Ignacio me invitaron a participar sin ningún tipo de compromiso ni presión, me hizo una ilusión tremenda. Pero leí el texto y me entraron muchas dudas porque es un texto narrativo, no está escrito para cantar, y se me hacía complicado situarme en esta película. Lo que hice fue subrayar dos frases, la primera y la última. Hice una maqueta con dos canciones, y por lo menos vi que podía aportar un single de dos temas; pero luego fui animándome, subrayando partes de otros textos, y al final hemos hecho un disco. Una canción por capítulo del texto de Pello”, explica el alma de Don Inorrez.

Doce temas como “evocaciones a partir de extractos de esos textos”. Para el músico tolosarra, esta colaboración artística es “inaudita”. “Juntarse hoy en día cuatro artistas de cuatro disciplinas diferentes y estar trabajando durante dos años sin terminar a hostias, hablando mal y pronto, no es habitual. Hemos mantenido la armonía y cada uno ha respetado la faceta del otro con absoluta confianza”, destaca de este trabajo que es, también, una apuesta “brutal y de gran inversión” por la edición física del arte. “En un momento en que la música se consume por el teléfono, por las plataformas digitales y YouTube, tiene mucho valor rescatar el físico; es donde puedes apreciar la música y escucharla con la tranquilidad y la atención que merece el disco. Y diría lo mismo del texto, las fotos y los cuadros”, apunta Úbeda.Almadén o la arcadia

El lugar de la memoria

Imanol Rayo (Arbizu, 1984), el más joven de los cuatro -entre cada uno de ellos se llevan unos diez años de diferencia-, fue el último en adentrarse en las evocaciones de Sastraka - Maleza. Y su acercamiento no podía ser de otra forma que con las imágenes y lo concreto, lo que predomina en su cine. Fotografías, en concreto -porque “hablamos de memoria, y la memoria al final son imágenes”, dice- de Almadén (Ciudad Real), pueblo donde veraneaba en su infancia y que toma como símbolo de “un mundo en vías de desaparición, una sombra de lo que fue; porque Almadén siglos atrás era uno de los núcleos de los que más se hablaba, internacionalmente incluso, por su producción y carácter industrial, pero hoy en día está como está. Toda su escenografía habla de eso, y quería retratarlo”, cuenta Rayo.

A través de estampas de detalles de Almadén, y del sonido intenso del verano captado allí, el cineasta evoca “el mito del sur, el sur remoto que, como decía Víctor Erice, habita en las novelas de Stevenson. El que reside en la memoria. La Arcadia”.

Ese paraíso terrenal que quizá simplemente consista en aprender de los niños, en saber vivir el presente. O, como concluye el texto de Pello Lizarralde, en dejar que las preguntas se desvanezcan al caminar.

LAS FRASES

“La clave es vivir el presente, tirar hacia adelante, con la mochila que tengamos”

Imanol Úbeda

Músico

“Es muy difícil vivir y disfrutar este día, cada día; nos entrenaron para la nostalgia”

Pello Lizarralde

Escritor

“Como en la escritura de Pello, en mi pintura el motor son las imágenes, no las ideas”

José Ignacio Agorreta

Pintor

“Este proyecto nos ha sacado a todos de nuestras zonas de confort”

Imanol Rayo

Cineasta