a música independiente tendió ayer su alfombra roja para celebrar la gala de los Premios MIN en su decimocuarta edición, convirtiendo Pamplona por una noche en la capital de la música. Una gala que va cogiendo cada vez más fuerza en el mundo de la música y que inundó la ciudad de energía renovada con la presencia de artistas que se encuentran en el punto más alto de su carrera, pero también grupos emergentes y veteranos.

Chica Sobresalto, Grande Amore, Chill Mafia, Rosario la Tremendita, Marlena, Izaro, Alice Wonder, Fetén Fetén, Alizzz, Baiuca, Delaporte, Ilegales, Niño Polaca y Ginebras fueron algunos de los músicos que hicieron resplandecer el Navarra Arena con su presencia, pero también Amaral, Amparanoia, El Columpio Asesino y el homenajeado Paco Clavel. Fueron sobre todo los artistas locales los que atrajeron la atención, pero no faltó el entusiasmo con la aparición de otros grupos invitados.

Al acto acudió la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, y una nutrida representación del ámbito político, cultural y social de Navarra. Fue Carolina Iglesias, presentadora de la gala, quien abrió la alfombra roja y estrenó el photocall. Tras ella pasaron músicos de toda clase, quienes desfilaron con sus mejores galas, atuendos coloridos, innovadores, atrevidos y deslumbrantes escogidos especialmente para la ocasión, y posaron para las fotos.

Con el objetivo de reconocer la creación, la diversidad y la calidad artística de las producciones independientes de España y acercar la música y el proceso de producción al público, la gala puso el foco en Pamplona, una ciudad poco habituada a la alfombra roja y que gracias a estos premios brilla de nuevo en el panorama musical.

Y es que ya se echaban de menos actos como este, que refrescan el panorama cultural de Navarra y permiten acercar al público a todas esas caras conocidas que forman parte del día a día musical de los navarros.

La alfombra roja se destacó también por ser una de las primeras realizadas sin la presencia de las mascarillas, un enorme paso adelante en el camino de recuperar la normalidad anterior a la pandemia. Fueron muchos los artistas que agradecieron poder aparecer con las caras descubiertas, dejando a un lado la incomodidad y el miedo y transmitiendo a los presentes la sensación de dejar atrás por fin la pandemia.

Señal de ello fue también el aforo, que aceptó a 600 invitados y público general, como una muestra más de la mejora que se está viviendo.

Una ola de esperanza también para la gala, que ya se ha convertido en el principal evento del sector de la música independiente de España y que no pudo celebrarse en los dos últimos años debido la situación sanitaria. Este año, abre de nuevo sus puertas a lo grande y con más ganas que nunca, como se demostró ayer tanto en la alfombra roja como en la gala que le siguió.