La primera vez que se representó el Julio César de William Shakespeare en Mérida, en 1955, fue una versión en verso del escritor José María Pemán. Ahora, siete décadas después, el político y militar romano camina sobre el mismo escenario convertido en mujer, en un ambiente vanguardista y urbano y al ritmo trapero de Nathy Peluso. Una moderna representación del Complejo Teatral de Buenos Aires, con un elenco completamente argentino, que inauguró el pasado viernes el 68º Festival de Teatro Clásico de Mérida. Ya había avisado el director del festival, Jesús Cimarro, que esta versión, en la que hombres y mujeres intercambian sus papeles, no tenía nada que ver con las anteriores. Ideada y dirigida por José María Muscari, es rompedora, transgresora, audaz e irreverente.