El consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha destacado que, junto a la Ley del Euskera aprobada en 1982, "la consolidación y difusión de la lengua estándar también ha contribuido a la normalización".

Bingen Zupiria ha intervenido este jueves en un seminario organizado por la Fundación Sabino Arana (SAF) y Euskaltzaindia para reflexionar sobre la Ley del Euskera, aprobada hace 40 años e identificar también los retos de futuro.

La presidenta de la Fundación Sabino Arana, Mireia Zarate, ha dado la bienvenida a los invitados al seminario y ha destacado la importancia de la jornada, ya que la Ley ha sido analizada desde la perspectiva de todos los territorios del euskera, no solo de la Comunidad Autónoma Vasca.

Zupiria, que ha sido el encargado de abrir el turno de intervenciones, ha señalado que, al amparo de la Ley, "se ha ampliado el acceso de los ciudadanos a los servicios en euskera", pero no sólo eso, ya que los contenidos de la Ley "han tenido un gran desarrollo a través de las leyes y normas posteriores".

En este sentido, ha indicado que el estatus del euskera se ha "reforzado de forma notable" a través de la Ley Municipal y de las disposiciones y decretos aprobados en diferentes ámbitos. Además, ha añadido que, junto a la Ley del Euskera, la consolidación y difusión de la lengua estándar también ha contribuido a la normalización.

"Se ha perfeccionado el modelo estándar vasco, porque la normalización del euskera ha dado un paso significativo en los 40 años tanto en diccionarios, como en gramática, onomástica, etc. Todo esto también ha contribuido a la normalización de nuestra lengua", ha manifestado.

Zupiria ha recordado los "notables avances" que se han vivido en la Administración vasca y en el sector educativo desde 1982, pero ha advertido que "la Ley del Euskera es un instrumento, no un objetivo en sí".

Por su parte, en su intervención, el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, ha desgranado las consecuencias que la Ley ha supuesto para la normalización del euskera, pero ha matizado que en el ámbito del derecho lingüístico y del lenguaje jurídico el desarrollo ha sido "enorme". No obstante, ha señalado que las posibilidades que ofrece la Ley "deben establecerse en todos los ámbitos, también en la práctica diaria, en todos los momentos de nuestra vida, en casa, en el trabajo, y en la calle".

Por otro lado, Juanjo Álvarez, jurista y profesor de la UPV/EHU, ha dicho que "todas las lenguas europeas son iguales en valor y dignidad, forman parte de sus culturas y civilizaciones y contribuyen al enriquecimiento de la humanidad" y, por ello, ha insistido, "las lenguas minoritarias deben considerarse parte del patrimonio cultural europeo".

El jurista ha recordado que el concepto de diversidad lingüística de la Unión Europea engloba "no sólo las lenguas oficiales, sino también las lenguas cooficiales, las lenguas regionales y las lenguas no reconocidas oficialmente en los Estados miembros".

La abogada y académica correspondiente de Euskaltzaindia Elixabete Piñol ha recordado la génesis de la Ley del Euskera, reconociendo que abrió nuevos espacios para su uso jurídico. "En 1982 se debía abordar la recogida en el ordenamiento legal de los derechos de los ciudadanos vascos en materia lingüística, y así se aprobó la Ley del Euskera", ha dicho, para reconocer que han pasado 40 años y "no se ha normalizado el uso del euskera, y hoy en día nuestra lengua es minorizada".

Tras denunciar los obstáculos que tiene que superar un jurista para trabajar en euskera, ha considerado que se podrían abrir espacios para el uso jurídico del euskera "enriqueciendo el diccionario jurídico, siguiendo con iniciativas y proyectos para fomentar el uso del euskera en los juzgados o ampliando el corpus disponible".

El jurista y académico Gotzon Lobera ha subrayado que la Ley del Euskera ha otorgado en la CAV "protección jurídica para el respeto de los derechos lingüísticos de los vascoparlantes en todos los ámbitos sociales", a la vez que ha mostrado su preocupación porque la realidad demuestra "que todavía hay retos y dificultades que afrontar".

La doctora en Derecho y miembro correspondiente de Euskaltzaindia, Eba Gaminde, ha identificado los retos del futuro y los avances que han de darse si se quiere lograr una normalización real en el uso del euskera. Así, ha señalado la necesidad de "encontrar la clave para aumentar el grado de cumplimiento de la regulación y, por tanto, garantizar efectivamente los derechos lingüísticos de las personas consumidoras" y de "lograr la activación tanto de las personas empresarias y prestadoras de servicios como de las propias personas consumidoras".

El abogado y presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, ha analizado en su intervención la Ley Foral del Euskera de Navarra. Mientras se aprueba un marco jurídico adecuado que proporcione seguridad jurídica a los euskaldunes, ha reconocido la importancia de desarrollar políticas lingüísticas adecuadas y consensuadas, para lo cual es necesario "una Política Lingüística planificada".

Entre los retos de futuro, ha apostado por "seguir tejiendo consensos entre diferentes, porque ese es el camino para sacar al euskera del conflicto partidista". "Debemos seguir en la dirección de garantizar los derechos de toda la ciudadanía, y debemos socializar el fomento del euskera y los valores positivos, teniendo en cuenta el derecho de elección y la voluntariedad de la ciudadanía", ha mantenido.

Eneritz Zabaleta, doctor en Derecho y docente, ha recordado que "el estatus legal del euskera en Ipar Euskal Herria es reflejo del choque entre el derecho y la voluntad civil y política". "El euskera se enfrenta a un estatus jurídico que se ha conformado con el objetivo de preservar la hegemonía del francés. Carece de oficialidad y está condenado a un lugar marginal en el ámbito público por la Constitución y la legislación", ha dicho, para destacar que, en los últimos años, "gracias al trabajo de la sociedad civil vasca, se ha creado un movimiento sólido a favor de su revitalización".

En ese sentido, ha añadido que "la continuidad de este movimiento viene dada por las políticas públicas que se aplican a favor del euskera, que ha de sobrevivir al choque permanente entre esas dos lógicas diferentes: la rígida de la ley, y la fuerza del empuje a su favor".